Los veedores no son “palanqueadores”.

Todos aspiramos que la nueva Corte Suprema sea la primera de la historia elegida por los méritos de los aspirantes. La Aldhu (Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos) ha hecho observaciones sobre la falta de probidad y moralidad de los magistrados de la “pichicorte”, con lo cual estoy de acuerdo. También encuentran los mismos defectos en los aspirantes que provienen de la Corte de 1997, porque fueron elegidos en plancha, sin más méritos que ser amigos de los políticos de turno. A este buen criterio añado que tampoco demostraron solvencia profesional, porque dejaron 5.000 juicios acumulados sin resolver.

Muy diferente es la actuación de las representantes feministas que hacen “palanqueo” para el nombramiento de algunas juristas, inclusive mencionando sus nombres. Manifiesto mi completo desacuerdo con este proceder que contraría la finalidad de un concurso por méritos.

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Dr. Rodrigo Luis González
Guayaquil

La buena salud es fundamental en un magistrado.

He visto en las publicaciones de prensa que un respetable jurisconsulto se ha postulado para integrar la nueva Corte Suprema de Justicia.  No discuto su capacidad, pero su estado de salud es tan deplorable que utiliza frecuentes permisos para hacerse atender. En este último año ha faltado varios meses a su trabajo, a causa de sus dolencias. Comprendo que él no tiene culpa por sus enfermedades, pero no considero conveniente para los intereses de país, que personas con estos problemas sean idóneas para enfrentar el reto de resolver las 8.000 o 10.000 causas acumuladas en la Corte Suprema.

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A más de la entrevista que se realizará con los aspirantes, debería también hacerse un examen médico completo, pagado por cada uno de ellos, para asegurarnos que encontraremos una solución, no un problema.

Carlos Procel
Ambato