Autoridades colombianas aseguran que tienen acorralado a Raúl Reyes en el Putumayo.

El número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, está cercado  por un operativo de la Policía y la Fuerza Aérea en la región de Putumayo,  fronteriza con Ecuador, aseguró ayer el canal de televisión RCN en  Bogotá.

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El canal añadió que el cerco sobre Reyes fue confirmado por una conversación  de un comandante guerrillero interceptada por los servicios de inteligencia.

En el diálogo, un guerrillero identificado como  Édgar Tovar, supuesto comandante del frente 48 de las FARC que actúa en  los departamentos de Putumayo y Nariño, pide a una operadora de radio de la  guerrilla informar si Reyes está en la zona. El canal  mostró a una supuesta guerrillera capturada por la Policía, quien admitió que Reyes se  encontraba en el área.

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Mientras, unas 483 personas han abandonado sus domicilios en Orito, localidad del Putumayo más afectada por la intensificación de los enfrentamientos con la guerrilla en la frontera Sur con Ecuador. El área rural es “escenario de intensos combates y bombardeos”, dijo el alcalde de la población, Alirio Martínez.

Desde mediados de mes, la región es escenario de una gigantesca ofensiva contra el Bloque Sur de las FARC y bases del portavoz principal de la guerrilla, Raúl Reyes. Desde entonces, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) ha bombardeado tres campamentos.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, visitó ayer el departamento del Putumayo y recalcó que acabará con “la pesadilla del terrorismo”.

Diálogo
El gobierno colombiano y las familias de 59 rehenes  aguardan la respuesta de las FARC a la oferta que hizo el martes pasado el régimen de reunirse  de inmediato, en las condiciones que fije la guerrilla, para dialogar sobre un  canje de secuestrados por rebeldes presos.

“Esperamos que tengan un gesto de buena voluntad y que se pueda concretar  de manera inmediata este encuentro”, señaló el alto comisionado para la paz,  Luis Carlos Restrepo.

El funcionario aclaró que la propuesta del Presidente colombiano no implica desmilitarizar una zona, como exigen las  FARC, ni suspender las  operaciones en su contra.

Las FARC quieren canjear a 59 rehenes –22 políticos, 34 militares y  policías y 3 estadounidenses– por unos 500 rebeldes. Hasta  ahora la negociación del intercambio había chocado con la negativa a aceptar las condiciones de las FARC.