La sección Investigación de la Sociedad Protectora del Medio Ambiente del Ecuador (Soproma) considera que los metales pesados envenenan paulatinamente a la ciudadanía del país.
El mercurio está presente en ciertos minerales en estado natural. El mercurio, al escurrir, se deposita en las aguas continentales en los océanos. Los compuestos orgánicos como el cloruro de mercurio o el acetato de fenil mercurio se utilizan como fungicidas y bactericidas, estos compuestos no son recuperados y se diseminan íntegramente por el subsuelo. Por sus efectos acumulativos puede permanecer inactivo en el agua de mar y acumularse a lo largo de las cadenas alimenticias.
Las emisiones artificiales de plomo que van al agua y a los suelos se originan en las fundiciones de la metalurgia y los incineradores de basura; está también en productos como pinturas, compuestos de pigmentos como el carbonato o el sulfato de plomo, las vainas de cables con aleación de plomo que garantizan la impermeabilidad y el blindaje eléctrico. Algunos insecticidas contienen plomo. La mayor emanación atmosférica se origina en el tetraetilo de plomo como antidetonante en los carburantes (la gasolina para vehículos). Está comprobada su incidencia en los trastornos en el ser humano, como el retardo mental.
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Otros metales pesados son el arsénico, el cadmio y el cromo.
La población debe conocer sobre el peligro que representan estos metales pesados, que afectan al ser humano e inciden negativamente sobre el medio.
Dr. H. Tumipamba N.
Quito