El presidente George W. Bush habló este jueves de democracia, terrorismo y violencia ante la Organización de los Estados Americanos como parte de su estrategia para que la Cámara de Representantes apruebe la próxima semana el tratado de libre comercio con Centroamérica y República Dominicana.
Este tratado es pro empleos, pro desarrollo y pro democracia, dijo Bush ante los embajadores de los 34 estados miembros de la organización. Su aprobación es parte de nuestro interés económico y de nuestra seguridad económica.
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El tratado, conocido como CAFTA-RD, fue ya aprobado por el Senado. La Cámara de Representantes espera debatirlo a partir del miércoles o jueves, en lo que puede ser un rápido procedimiento ya que el Congreso entrará en receso el fin de semana siguiente por todo el mes de agosto.
Aun cuando el gobierno ha dicho que ya tiene los votos para aprobarlo, el CAFTA-RD tiene todavía una intensa campaña en contra.
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La presentación de Bush no fue promovida por la OEA como tal sino por un grupo llamado Alianza Hispana por el Libre Comercio, que desplegó una vistosa banderola con su emblema en la parte frontal del Salón de las Américas donde habló Bush.
El secretario general José Miguel Insulza lo recibió con una breve intervención para destacar solamente que el CAFTA-RD es un histórico acuerdo y que no sólo trata de comercio sino también de promoción de la democracia, creación de empleos y mejoramiento de los niveles de vida en Centroamérica.
Le deseo éxito en la aprobación del acuerdo, le dijo a Bush.
Bush dedicó una buena parte de su discurso de 35 minutos a hablar del terrorismo.
Llamó cobardes y asesinos a quienes dijo que eran ideólogos que usan el terrorismo para sacar adelante sus fines.
Este proyecto es un compromiso para el avance de la paz y prosperidad en el Hemisferio Occidental, dijo. Eso lo deben entender los miembros del Congreso.
Bush también informó que Estados Unidos era la potencia mundial con mayor índice de crecimiento en el mundo y elogió la contribución a ese desarrollo de la comunidad hispana de más de 30 millones de miembros.
Esta fue la segunda presentación de Bush en el mismo recinto desde que asumió el gobierno en enero del 2001. En abril siguiente dijo allí que América Latina sería la prioridad de su gobierno y pidió estudiar la posibilidad de llevar a cabo el tratado centroamericano.
A diferencia de su discurso de junio ante los cancilleres americanos reunidos en Fort Lauderdale, Florida, Bush no hizo mención al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que ha promovido hasta hace casi 18 meses para hacer del continente un solo mercado.
Pero, en una aparente referencia a ese proyecto, que está paralizado por la oposición de algunos países, Bush dijo apuntando hacia los embajadores: Si ustedes quieren unirse a nosotros en libre comercio, nosotros deseamos unirnos a ustedes también.