La Policía dijo que un joven de 15 años confesó haber asesinado a sus padres y hermana adoptivos.

Un triple asesinato cometido ayer en la madrugada en la ciudadela La Garzota, provocó el asombro de toda la ciudad: un adolescente mató a tiros a sus padres y una hermana adoptiva y luego trató de huir de la urbe, pero la Policía lo impidió.

El supuesto autor del crimen de los esposos Alicia Martillo Merchán, de 66 años, y Nicolás Antonio Moreira, de 69; y de su hija natural Alicia del Carmen, de 32, es su hijo adoptivo, un adolescente de 15 años que estudiaba en la Academia Naval Guayaquil.

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Fue detenido en el aeropuerto Simón Bolívar cuando se acercó a comprar un boleto de avión, informó el jefe de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), coronel Rafael Yépez. Agentes sospechan que un resentimiento motivó el hecho.

La ira y el enojo que sintió Xavier (nombre protegido por ser menor de edad), de 15 años, al saber que fue adoptado por el matrimonio Moreira Martillo los desfogó la madrugada de ayer, cuando, según la Policía, mató a balazos a sus padres y hermana de crianza.

Ocurrió a la 01h00 en el segundo piso del edificio de su propiedad, ubicado en la manzana 152 de la avenida Agustín Freire en la ciudadela La Garzota, una hora después de que Xavier llegó a su casa con un amigo no identificado,  dijo el hermano de una de las víctimas, quien prefirió el anonimato por seguridad.

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El pariente indicó que en el departamento de tres dormitorios descansaban los padres adoptivos Alicia Martillo Merchán, de 66 años, y Nicolás Antonio Moreira, de 69, y la hermana de crianza, Alicia del Carmen (32), quien recibió el primer balazo calibre 38 en el lado derecho del tórax, mientras estaba junto a su madre.

Al escuchar el escándalo Alicia Martillo se despertó y fue también atacada con un disparo en el hombro derecho, impacto que salió por la pierna izquierda.

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Nicolás Moreira, quien estaba en la segunda habitación, salió al pasillo para saber lo que ocurría, cuando el adolescente detonó su arma y mató a su padre de un tiro en la clavícula. Enseguida escapó.

En ese momento, Raúl Francisco Moreira Martillo, de 38 años y segundo hijo natural de los fallecidos, se despertó. Salió a la terraza de su casa ubicada en el tercer piso del edificio de sus padres para verificar si los disparos venían de la calle, pero no vio nada. “No se me ocurrió ir a ver a mis padres”, indicó.

Fue su esposa, Rita Ronquillo, quien a las 07h00 de ayer encontró los tres cadáveres luego de que vio que la puerta de sus suegros estaba entreabierta con sus llaves colgadas en la cerradura.

Gisella Merchán, familiar de las víctimas, relató que Alicia Martillo acostumbraba a subir a las 06h00 al departamento de su hijo para desayunar, pero ayer no lo hizo, por lo que Rita fue a llamarla. Encontró rastros de sangre en todo el piso y los cajones de las cómodas, donde su suegra guardaba sus joyas, estaban abiertos.

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Una hora después, la Policía y el fiscal de turno Manuel Córdova analizaban el caso. Xavier no estaba en la casa, el arma de Nicolás Moreira había desaparecido y el dinero de la caja del negocio de sus padres, el micromercado y licorera Bergedorf, no estaba.

Tiempo atrás Moreira había comprado un arma por el aumento de los robos en La Garzota y sería la misma con la que ayer fue asesinado.

El fiscal Córdova aseguró inicialmente que se trataba de una venganza cuyas causas se desconocían.

A las 10h00 el fiscal Héctor Vanegas y Cortázar llegó y detuvo a Julia  Nasipucha, empleada de la familia desde hace 27 años que dormía en un pequeño cuarto en la terraza de la casa.

En la ciudadela Alborada el fiscal dispuso también apresar a un joven no identificado, quien supuestamente era el dueño de un local de videojuegos clandestino, donde, según Vanegas, Xavier pasaba la mayor parte de su tiempo.

A la vez Tyron Moreira, el hijo mayor de los fallecidos, junto con tíos, abuelos y amigos clamaban a la Policía porque se detengan los crímenes en la ciudad.

Xavier cambió su temperamento hace cuatro años, cuando un familiar cercano le confirmó la noticia: era hijo de una sobrina de Alicia Martillo, quien, junto a su esposo lo adoptó al nacer porque su madre biológica lo abandonó.

Gisella Merchán contó que el adolescente, que cursaba el cuarto año de la Academia Naval Guayaquil, era muy querido por sus padres.

A la morgue de la Policía llegó el diputado socialcristiano Pedro Martillo, primo hermano de la anciana asesinada, quien exigía justicia.

Desde el pasado 4 de julio, Xavier no asistió a clases y se dedicó a los juegos electrónicos. La pareja Moreira Martillo se enteró hace dos días de la noticia y ayer iban a ir a la Academia para conocer sobre su comportamiento.