El presidente Alvaro Uribe cumplió este lunes 53 años de edad gozando de un largo periodo de popularidad que lo hace imbatible en las encuestas.
  
Sin embargo, la posibilidad de la reelección a la que aspira el gobernante de centro derecha, sigue incierta, sujeta a la decisión de la justicia constitucional.
  
El primer golpe a la reelección lo propinó la semana pasada el Procurador General Edgardo Maya, quien recomendó a la Corte Constitucional rechazar la reforma a la carta fundamental que haría posible un segundo periodo de Uribe de cuatro años a partir del 2006.
  
El Procurador dijo que hubo vicios en el trámite de la reforma, especialmente porque faltó un debate en la Cámara de Representantes, pero los congresistas oficialistas sostienen que fue culpa de la oposición que no quiso controvertir el informe que recomendó su aprobación.
  
El concepto del Procurador, quien representa los intereses de la sociedad en el sistema legal colombiano, no es obligatorio. La Corte es autónoma para decidir y tiene limite para hacerlo hasta noviembre.
  
Mientras se produce el fallo de la Corte, Uribe mantiene una actitud prudente y dice que es respetuoso de la autonomía de los jueces. Busca así evitar que la oposición lo acuse de presionar una sentencia favorable.
 
Ha advertido, sin embargo, que su política de mano dura contra la guerrilla, debe continuar, con o sin reelección, porque la pacificación de Colombia es la condición necesaria para sacar al país de la pobreza y esta es una tarea de largo aliento que va más allá de sus cuatro años en el gobierno.
  
Uribe señaló que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están a la cabeza de la campaña contra su reelección. El vocero de la guerrilla Raúl Reyes advirtió que un segundo periodo de Uribe agudizará el conflicto.
    
La semana pasada dieron una entrevista a un medio de aquí, diciendo que iban a agudizar la guerra si había reelección, hay que empezarle a contar a los colombianos esa gran amenaza contra la reelección proveniente de la FARC, dijo Uribe en una entrevista con la Voz de América el viernes.
  
En el campo político, las fuerzas opositoras encabezadas por el Partido Liberal, están a la expectativa de una sentencia que anule la reelección para tener oportunidad de regresar al poder.
  
Casi todas las encuestas indican que Uribe ganaría la reelección en una primera vuelta con mas del 50% de los votos. Los demás aspirantes están por debajo de 10 puntos en las mismas encuestas.
  
Sin reelección, los candidatos de la oposición tendrían el camino despejado, mientras los uribistas (conservadores, liberales disidentes e independientes) carecen de un plan alternativo. La idea de convocar un referendo para prolongar el periodo de Uribe fue abandonada después que el Congreso aprobó la reelección.
  
Con la esperanza de aglutinar a las fuerzas uribistas en el caso de que la Corte no avale la reelección, el precandidato presidencial Enrique Peñalosa, que fue alcalde de Bogotá, con gran éxito en la renovación urbana, ha dicho que si es elegido mantendrá la política de seguridad de Uribe y todos los programas que merezcan ser continuados.
  
La oposición en cambio tiene claro que si hay reelección, tendrá que unirse pues enfrentar divididos a Uribe sería un suicidio político. Pero un acuerdo en este punto tan poco es fácil.
  
Ya hay un candidato de la izquierda, el senador Antonio Navarro, del Polo Democrático Independiente (PDI) y se espera que a finales de este año sea proclamado por los liberales Horacio Serpa, derrotado en las dos últimas elecciones presidenciales. Quien respalda a quien, es el dilema de las fuerzas opositoras, si Uribe es candidato.
  
Mientras la Corte pone fin al suspenso político Uribe dijo que   con reelección o sin reelección yo tengo que trabajar con toda la entrega y con todo el amor hasta el último día del Gobierno. Su periodo termina el 7 de agosto del 2006.