Pisó el césped del estadio Monumental. Se sentó, también por primera vez, en la banca norte del escenario del Salado, aquella por la que este año pasaron Salvador Capitano y Pedro Jorge Marchetta, y desde la cual tendrá la misión de cambiarle la cara a Barcelona y dirigirlo a la conquista del torneo Apertura y también del de Finalización.
Fue el primer día de Juan José Peláez como entrenador de los toreros. Antes de ello, y en compañía del preparador físico Elkin Sánchez y el presidente de la Comisión de Fútbol, Xavier Paulson, el colombiano había conocido el camerino, la capilla y las demás instalaciones internas del Monumental.
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Juan José Peláez no pudo ocultar su admiración por la infraestructura amarilla. “Es muy reconfortante para mí el estar en una institución con todo lo que encontré aquí: un edificio de concentración, un estadio y canchas de entrenamiento de primera. Esto no existe en Colombia, y todo eso le facilita el trabajo al técnico y le ayuda a mejorar la calidad del mismo”.
Sin embargo, su impresión no fue la mejor después de su primer contacto con los jugadores. No le preocupó su calidad, sí su estado anímico.
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“Veo un poco triste el grupo, lo siento cabizbajo, así que hay que levantarlo, hablarle mucho, respaldarlo pero también exigirle. Voy a hablar individual y colectivamente con ellos para crear un mejor ambiente porque, aunque no lo dicen, se siente que todos los jugadores lo están pidiendo”, aseguró el antioqueño que debutará mañana al mando de Barcelona.
El nuevo técnico canario reconoció que no sabe mucho de su nuevo equipo y de sus jugadores. “Tengo pocas referencias, apenas lo que pude observar por televisión de algún partido disputado durante estos días. Sin embargo, vamos a hacer fútbol hoy y mañana (ayer y hoy) y vamos a hablar mucho con el grupo en estos días para conocernos y comprendernos mejor”.