Brasil consiguió ayer su segunda Copa Confederaciones al golear a Argentina por 4-1  en el clásico sudamericano, mientras que Alemania salvó su honor al imponerse a México en la prolongación del difícil partido por el tercer puesto que se jugó en la ciudad de Leipzig.

Gracias a un doblete de Adriano y a los goles de Kaká  y Ronaldinho, así como a un Cicinho genial que participó en todas las  jugadas de gol, Brasil se vengó de su reciente derrota en Buenos Aires (3-1) y sumó un  nuevo triunfo en una final ante Argentina, después de vencerla en la Copa América de  2004 en Perú.

Con su triunfo, el Scracht completó un ciclo notable: es el actual campeón de  la Copa América, el nuevo monarca de la Copa Confederaciones, y el campeón vigente de la Copa del Mundo. Mientras tanto, Argentina, desde su conquista en la Copa América de 1993 en Ecuador, solo ha obtenido la medalla olímpica, en Atenas 2004.

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Fue una noche de tormenta en Francfort, que obligó a que el encuentro se jugara con  el techo movible del Waldstadion desplegado. Sin embargo, no pudo resistir la fuerte caída del agua y evidenció grietas, al igual que Argentina que no pudo protegerse del vendaval brasileño.

Fue, además, una victoria que hace daño. No solo porque se trató de un nuevo título arrebatado, sino por la forma como se produjo. Carlos Alberto Parreira y José Pekerman coincidieron a la víspera en que, a falta de fuerzas por ambos bandos, la final sería una cuestión de carácter.

Pero se equivocaron. Fue una cuestión de calidad. Y a Brasil le sobra cuando logra que se conecten sus ‘cuatro magníficos’ (Ronaldinho, Kaká, Robinho y Adriano), mientras que Argentina la echa de menos si Riquelme no tiene su día. Y ayer todo se puso en contra de los albicelestes.

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También fue una derrota cruel. A cada gol brasileño le sucedió una ocasión argentina, y ahí se vio la diferencia. Adriano marcó y falló César Delgado; Kaká aumentó y otro pase de Delgado no encontró rematador; Ronaldinho voleó para la goleada y, acto seguido, Coloccini envió su ocasión a las nubes, o no supo cómo culminar Figueroa...

Al compás de sus goles, Adriano no solo condujo a Brasil a la conquista del título; también se erigió como el máximo goleador del torneo (cinco goles) y se llevó el Botín de Oro al mejor jugador.

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Alemania, tercero
México no pudo hacerse con el tercer puesto, que se llevó Alemania, al derrotarlo por apretado marcador de 4-3, a pesar de  jugar desde el minuto 53 con diez hombres, por la expulsión de Mike Hanke. Los goles locales fueron de Podolski, Schweinsteiger, Huth y Ballack. Por los aztecas anotaron Fonseca , Borgetti (2 veces). Michel Ballack anotó en la prórroga.

4 Brasil: Dida; Cicinho (Maicón, 86m), Lucio, Roque Junior, Gilberto; Emerson, Zé Roberto, Kaká (Renato, 86m), Ronaldinho; Robinho (Juninho Pernambucano, 89m), Adriano. DT: Carlos Alberto
Parreira.

1 Argentina:  Germán Lux; Fabricio Coloccini, Gabriel Heinze, Diego Placente; Javier Zanetti, Lucas Bernardi, Esteban Cambiasso (Pablo Aimar, 56m), Juan Pablo Sorín; Juan Román Riquelme; César Delgado, Luciano Figueroa (Carlos Tévez, 72m). DT: José Néstor Pekerman.

Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Amonestó al brasileño Ronaldinho (28m) y a los argentinos Coloccini (28m), Sorín (35m), Cambiasso (42m), Aimar (74m).

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Goles:  1-0, Adriano (11m); 2-0 Kaká (16m); 3-0, Ronaldinho (47m); 4-0 Adriano (63m); 4-1, Aimar (65m).

Incidencias:  Final de la Copa de las Confederaciones de Alemania 2005, disputada en el Waldstadion, de Francfort, ante 46.000 espectadores.