La economía mundial crecerá un 3,25% este año, menos que el 4,1% de 2004, una desaceleración que se cree es benigna pero que no deja de presentar algunos riesgos, según un estudio dado a conocer este miércoles por la ONU.

El informe, presentado este miércoles en Nueva York por el subsecretario de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, José Antonio Ocampo, señala que la desaceleración "es incluso deseable, dada la demanda acelerada y la capacidad limitada en algunos sectores y regiones".

"Sin embargo, políticas macroeconómicas acomodaticias deben ser mantenidas en la mayoría de los países para prevenir que el crecimiento se desacelere más aún", explica el informe.

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"Al mismo tiempo, medidas más activas en el nivel nacional e internacional deben ser adoptadas para hacer frente a los muchos desequilibrios que presentan riesgos para la economía mundial", agrega.

El informe identifica como grandes peligros para el crecimiento mundial los crecientes desequilibrios en ciertas regiones, particularmente el déficit por cuenta corriente de EE.UU.; el fin de muchas de las políticas monetarias y fiscales para aumentar la actividad, y el alza del precio del crudo y otras materias primas.

Con respecto al déficit por cuenta corriente de EE.UU., el informe señala que se debe a una serie de factores cíclicos, estructurales e institucionales, por lo que una simple depreciación del dólar no bastará para equilibrar las cuentas externas del país.

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La ONU explica también que los mayores precios del combustible aún no se han reflejado en tasas de inflación más altas, debido a la fuerte competencia internacional y a la debilidad del mercado laboral.

Sin embargo, existe el temor a que los altos precios del petróleo, que hasta ahora han beneficiado a los países en vías de desarrollo que lo exportan, puedan afectar al crecimiento global.

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Para la segunda mitad del año, la ONU prevé una moderación en los precios de los combustibles, que de todas formas deberían mantenerse en niveles altos y con un comportamiento históricamente volátil.

Otro riesgo que la ONU no pasa por alto son los elevados precios de las viviendas y la posible existencia de una "burbuja" en el mercado de bienes raíces, que al reventar podría afectar seriamente la actividad económica.

Para 2006, la ONU proyecta que el crecimiento mundial será de un 3,5% con las economías en desarrollo aumentando su PIB un 2,5% en los años 2005 y 2006.

Para las economías en transición, la ONU espera un crecimiento del 6% en 2005 y de 5,25% en 2006; y para las en vías de desarrollo de 5,75% para los dos años.

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"Una alta tasa de crecimiento a partir de 2004 ayuda a compensar los difíciles años de inicios del milenio que vivieron las economías en desarrollo", dijo Ocampo.

Agregó que este crecimiento más estable y sólido también brinda la oportunidad de avanzar en los objetivos de desarrollo planteados en la Cumbre del Milenio del año 2000.

Para América Latina y el Caribe, la ONU estima un crecimiento del 4,25% en 2005 y 2006, por debajo del 5,6% de 2004.

Las razones de esta desaceleración se encuentran en la caída de la demanda externa, el ajuste de las políticas económicas internas y la normalización de las tasas de crecimiento en países que anotaron grandes recuperaciones en 2004 respecto a años anteriores.

Al mismo tiempo, habrá menores índices de crecimiento en los países desarrollados, principales compradores de productos de la región, y una baja en el precio de las materias primas.

Sin embargo, se espera que la demanda interna mantenga parte de la fortaleza exhibida el año pasado, especialmente en los países del Cono Sur, que se cree serán los de mayor crecimiento.

En tanto, la ONU cree que Centroamérica disminuirá su crecimiento debido a la menor demanda de EE.UU..