La derrota de Manuel Fraga en las elecciones regionales de Galicia supone un nuevo revés para la derecha en España, tras su fracaso en las legislativas del 2004 y la partida del ex presidente  José María Aznar.

Tras una semana de espera, el conteo de los sufragios de los gallegos en el extranjero puso fin a 24 años de reinado local de la derecha. De inmediato, socialistas y nacionalistas, tercera fuerza electoral,  acordaron una alianza.