Los búlgaros constataron ayer que por primera vez en su historia entrará en el Parlamento un partido  xenófobo y racista.

“Ataka” (Ataque), una coalición extremista, racista y hostil a las minorías turca y gitana (el 9% de la población) logró 8,21% de los comicios del pasado sábado y tendrá entre 20 y 22  diputados.

En tanto, el Partido Socialista multiplicaba sus llamados para ingresar a la Comunidad Europea.