El grupo armado islámico Hezbolá (Partido de Dios), calificado por Estados Unidos como terrorista, fue establecido por la Guardia Revolucionaria de Irán en la década del ochenta y su propósito original era resistir la ocupación israelí en el sur del Líbano.

Comparte su visión con el gobierno conservador chiita iraní y alcanzó notoriedad cuando secuestró al periodista John McCarthy y al enviado de la iglesia anglicana Terry White, además de otros tres rehenes que fueron asesinados.

El Hezbolá maneja clínicas y su propio canal de televisión, al-Manar, y además de Irán cuenta con apoyo de Siria, ya que mantiene una lucha de baja intensidad contra Israel en la frontera.

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Esto le sirve a Siria para ejercer presión, en vez de lanzar un ataque directo para recuperar los territorios en las Alturas del Golán, que perdió la última vez que atacó a Israel. Hezbolá fue el único grupo que no se desarmó al final de la guerra civil de Líbano.