Un ex miembro del Ku Klux Klan fue hallado culpable este martes de homicidio no premeditado por los asesinatos en 1964 de tres activistas que pedían darle igualdad de derechos a los negros.

Edgar Ray Killen, de 80 años, fue hallado culpable por el jurado en el segundo día de sus deliberaciones. El jurado, que estaba integrado por nueve personas de raza blanca y tres de raza negra, rechazó los cargos de homicidio premeditado.

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El veredicto fue anunciado exactamente 41 años después de que James Chaney, Andrew Goodman y Michael Schwerner fueron emboscados, golpeados y muertos a tiros.
Killen no mostró emoción alguna al ser leído el fallo. Fue consolado por su esposa mientras permanecía sentado en una silla de ruedas, y respiraba auxiliado por una botella de oxígeno.

Varios policías fuertemente armados formaron una barrera frente a una puerta lateral del tribunal y los miembros del jurado fueron embarcados en dos microbuses que partieron rápidamente del lugar.

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Los trabajadores de los derechos civiles James Chaney, Andrew Goodman y Michael Schwerner fueron emboscados el 21 de junio de 1964. Sus cadáveres fueron descubiertos 44 días después, enterrados en un montículo de tierra. Fueron muertos a golpes y a tiros.

Fuera del juzgado de dos pisos y enladrillado fueron escuchados vítores al ser anunciado el fallo. Los transeúntes dieron palmadas de afecto al hermano de Chaney, Ben, y una mujer amainó la velocidad de su vehículo y profirió una exclamación de apoyo a Chaney.

Posteriormente, Ben Chaney agradeció a los fiscales pero en referencia a la población dijo que   realmente creo que queda más por hacer. Mencionó, por ejemplo, que no hay negocios propiedad de personas de raza negra en el centro de la ciudad.

La viuda de Schwerner, Rita Schwerner Bender, elogió el fallo, y dijo que fue   un día de gran importancia para todos nosotros. Pero insistió que otros deberían ser igualmente responsabilizados por los homicidios.

El predicador Killen no actuó en un vacío, insistió Bender.   El estado de Misisipí fue cómplice de estos crímenes y de todos los crímenes que ocurrieron, y eso debe ser examinado.

Aunque Killen fue procesado por homicidio, lo que podría conllevar cadena perpetua, los fiscales pidieron al juez que permitiera al jurado considerar la acusación de homicidio no premeditado, un delito menos grave y que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión.