A cinco días del terremoto de 7,9 grados en la  escala de Richter que dejó 11 muertos y 544 casas destruidas en las provincias  de Iquique y Arica, en el extremo norte de Chile, el país vivía este sábado una  jornada de solidaridad con los 12.000 damnificados.

Millones de chilenos se movilizaban para dar su ayuda a través del depósito  de efectivo en cuentas bancarias, la asistencia a conciertos solidarios y la  entrega de alimentos, ropa y dinero en grandes centros comerciales de Santiago  y de algunas provincias.

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Con la actuación de destacados artistas chilenos, el centro cultural  Estación Mapocho espera recibir a miles de visitantes durante el concierto  sabatino "La Cultura se solidariza con el Norte", cuyo costo será una donación  mínima de 1.000 pesos (unos 1,8 dólares).

Según el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, presente en  Iquique, las labores generales en la zona se centran en la atención de la  emergencia y a la reconstrucción.

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"Cuando se producen estas situaciones solo se hacen los gastos y después se  contabilizan", indicó el alto funcionario al señalar que no se escatimarán  recursos para ayudar en la emergencia.

Al finalizar dos días de un amplio recorrido por los sectores devastados,  el presidente chileno, Ricardo Lagos, decretó el jueves a Iquique y Arica como  "zona de catástrofe" con el fin de agilizar la distribución de la ayuda y la  reconstrucción, mediante el empleo de fondos del presupuesto de la nación para  enfrentar emergencias.