Los pobres, a duras penas, con esfuerzo, penurias podemos estudiar, y al lograr un título de bachiller nos estancamos muchas veces y no podemos cumplir el anhelo de ser profesionales.

No hay dinero ni hay tiempo; si trabajamos, el sueldo no nos alcanza para estudiar.

Cuántas personas tenemos vocación, talento, y podríamos servir a nuestra patria como excelentes profesionales, pero no lo alcanzamos muchas veces, sencillamente por ser pobres.

Publicidad

Juan Elías Llamuca Sanisaca
Guayaquil