Respecto al editorial ‘Categ, de azul a rojo’, publicado el 30 de mayo, señalo que la Cámara de Industrias de Guayaquil comparte la preocupación por un eventual colapso del servicio eléctrico urbano.

En varias oportunidades la Cámara ha demandado –y lo hizo públicamente hace más de un año– soluciones definitivas a este problema, y ha propuesto terminar el carácter “temporal” de la administración eléctrica, advirtiendo desde hace mucho tiempo, el riesgo de que la politización convirtiera a la Categ (Corporación para la Administración Temporal Eléctrica de Guayaquil) en una versión corregida y aumentada de la corrupción, que ha hecho de Pacifictel su feudo emblemático.

Esas advertencias fueron ignoradas por los dos gobiernos anteriores y el resultado está a la vista: la Categ sigue, inexorablemente, los pasos de la telefónica.

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El gobierno del presidente Alfredo Palacio debería ser sensible a la urgente necesidad de garantizarle a Guayaquil un suministro de electricidad confiable, seguro y competitivo.

Para ello, tiene que buscar una solución similar a la que se aplicó en el caso del agua potable y alcantarillado; tomar la iniciativa de proponerle al Congreso la aprobación de una ley para crear una empresa que, con las variantes de rigor, siga el modelo de la Ecapag, y contrate, previa licitación, a un operador con el fin de que se encargue del servicio, realice las  inversiones de mantenimiento y ampliación para responder a los previsibles incrementos de la demanda de electricidad.

El Presidente de la República está obligado a designar con urgencia a los dos representantes del Ejecutivo en el directorio del Conelec (Consejo Nacional de Electricidad), organismo que por falta de estas designaciones no puede funcionar con normalidad teniendo, como tiene, pendientes importantes decisiones para impedir que colapse el servicio eléctrico no solo de Guayaquil sino del Ecuador.

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Ing. Alberto Dassum Aivas
Presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil
Guayaquil