Sin buscar excusas pero reconociendo lo obvio, el técnico chileno José Sulantay indicó que la expulsión de un jugador al filo del primer tiempo incidió en la goleada de 7-0 que le propinó España el martes en el mundial juvenil de fútbol.
La tarjeta roja a Gonzalo Jara llegó a los 44 minutos. El defensa tocó un balón muerto en dos ocasiones, violando una nueva regla de la FIFA. El marcador, en ese momento, indicaba 1-0 a favor de España, pero Chile había llevado la voz cantante.
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Desde entonces, los españoles se soltaron, perforaron la defensa sudamericana y celebraron una fiesta de goles, encabezada por los cuatro del cañonero Fernando Llorente.
En dos tiempos hay dos cosas totalmente diferentes. No creo que exista una diferencia de siete goles, comentó Sulantay, quien señaló que en larga trayectoria en el fútbol jamás había estado del lado perdedor en una paliza de siete goles.
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Hubo un primer tiempo que se jugó de igual a igual, ni siquiera el primer gol nos desanimó. La expulsión de un jugador nos desarmó el esquema. Más aún contra el campeón de Europa, quedar con diez jugadores es casi imposible jugar de igual a igual, agregó.
Sulantay dijo que la batalla decisiva se libró en el medio campo, dominado por los ibéricos desde que Chile quedó con diez.
Indicó que ahora tiene una misión interesante: levantar el ánimo de un grupo que, hace menos de 72 horas, se encontraba en las nubes al golear por 7-0 a Honduras en su debut mundialista.
Yo tengo la confianza absoluta, que después de un triunfo espectacular, y una derrota espectacular, de quedar clasificado, sostuvo.
La tarea de clasificar a octavos de finales será contra Marruecos, equipo que el martes aplastó por 6-0 a la débil Honduras y que también irá con todo por el pase a la siguiente etapa.