La bomba casera que causó casi sesenta heridos al estallar el pasado viernes en un aula de una escuela del suroeste de Japón contenía docenas de clavos pequeños, informaron ayer fuentes cercanas a la investigación.

El artefacto fue fabricado y lanzado ayer por un estudiante de 18 años del centro de educación secundaria Hikari, que fue detenido y es interrogado por la policía, según testigos citados por la agencia local Kyodo.

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Inicialmente se había informado de que el artefacto estaba lleno de petardos y que 58 personas habían sufrido cortes por los cristales rotos.
 
Además de los 35 alumnos en el aula de esa escuela, situada en la provincia nipona de Yamaguchi, otra 20 personas fueron hospitalizadas con contusiones, dolores en ojos y oídos, y náuseas.
 
El supuesto autor, cuyo nombre no ha sido revelado por ser menor, explicó a la policía que un problema con uno de sus compañeros lo había llevado a fabricar la bomba y a lanzarla, según Kyodo.