Al menos 64 personas, entre ellas 62 niños, murieron ayer después de que una avalancha de lodo se precipitara sobre una escuela en la localidad de Shalan, perteneciente a la ciudad de Ningan, que ha vivido en las últimas horas devastadoras lluvias.

El suceso se produjo cuando un torrente provocado por las fuertes lluvias arrasó la Escuela Primaria de Changan, donde se encontraban 352 niños, de edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, y 31 profesores.

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El número de fallecidos podría aumentar dado que varias personas siguen desaparecidas, aunque las autoridades locales no han podido precisar una cifra exacta.

Según informó ayer la prensa de esa localidad, un equipo formado por mil soldados y 400 funcionarios se desplazó a la zona para participar en las labores de rescate y han puesto en marcha medidas para evitar la propagación de infecciones.

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Quince colegiales y dos profesores están hospitalizados recibiendo tratamiento de urgencia. El alcance del desastre fue mostrado ayer por duras imágenes de la televisión local y fotografías de prensa, en una de las cuales un padre cargaba a sus espaldas el cadáver de su hijo.

Las inundaciones desatadas por las incesantes precipitaciones han provocado la destrucción de 1.333 hectáreas de cultivos y el derrumbe de 55 viviendas, con cerca de dos mil afectados.

Un metro de agua cubre a estas horas las calles de Ningan, recogió la televisión pública CCTV.

Autoridades que supervisan las labores de emergencia han instalado un campamento provisional de acogida para todas las personas que se han quedado sin hogar.

En los últimos días, al menos 146 personas fallecieron y otras 38 permanecen desaparecidas debido a las tormentas que afectaron, en esas áreas, a 15 millones de personas.