Existe preocupación entre las autoridades costarricenses por el daño ecológico que amenaza a la Isla del Coco, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad en 1997, tras la llegada del barco Eloy Alfaro que transportaba a 88 emigrantes y fue remolcado hasta esta isla por problemas mecánicos.
El riesgo principal es el temor a la contaminación. En comunicación por radio desde la isla con la oficina de MarViva en San José, explicaron que se logró extraer del barco al menos 120 galones de combustible en tanques externos, y otros 400 galones más permanecen dentro de la embarcación, que amenazan con derramarse en las aguas.
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Según Jhonny Castillo, director de Guardacostas dijo que esperan que el navío ecuatoriano Calicuchima se encargue de remolcar el barco en que viajaban los inmigrantes, y que casi se hunde, con el fin de que sea puesto fuera de las aguas costarricenses.
Lo anterior, debido a que esta embarcación, por las condiciones en las que se encuentra, constituye un serio riesgo para el equilibrio ambiental del parque nacional Isla del Coco, explicó el funcionario al diario Al Día.
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La embarcación en la que viajaban los sudamericanos tiene un derrame de diésel.
Los funcionarios de MarViva que rescataron a los 45 ecuatorianos y 43 peruanos, señalaron que tratan de evitar un derrame mayor.