Personal de la Policía Nacional y el Municipio limpiaron ayer las inmediaciones del Cerro Colorado (atrás de la urbanización Las Orquídeas), donde hasta el pasado martes se asentó la lotización Sol del Norte.
Esa zona fue declarada en diciembre pasado como reserva ecológica por el Ministerio Ambiente. Por esta razón el intendente Roberto Ricaurte ordenó el desalojo que implicó la destrucción de aproximadamente 60 casas.
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No obstante, según el director de Ambiente del Muncipio, Mauricio Velásquez, antes de la declaratoria había informes sobre las características especiales del lugar, donde habitan –según explicó– ardillas, venados, entre otras especies endémicas.
El Intendente insistió ayer que la orden de desocupación se basó precisamente en que las 216 hectáreas de Cerro Colorado fueron consideradas como Bosque Protector. En esas condiciones nadie está autorizado a construir en el sector, mencionó.
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Ayer volquetes y camiones retiraron los restos del material con el que se construyeron las viviendas que albergaron a más de 200 personas: caña, madera y planchas de zinc.
Al igual que el pasado martes durante la jornada no se registraron incidentes. En la mañana el lugar estuvo casi desolado. Algunos de los moradores colocaron sus pertenencias en camiones para trasladarlas a casas de familiares.
Allí, explicaron, permanecerán hasta “que la situación se resuelva, porque no tienen otra alternativa”.
Según la abogada que los representa, Dilia Saverio, mañana mantendrá una reunión con el gobernador del Guayas, Guido Chiriboga, para analizar la situación.
Saverio anunció que en la tarde de ayer presentaría un “recurso de amparo constitucional contra el Intendente, con el respaldo de 20 firmas”. Considera que el desalojo fue ilegal.