Michael Schumacher y su hermano Ralf aseguraron ayer que su enfado por el incidente en la llegada del Gran Premio de Mónaco ha sido exagerado por la prensa y es cosa del pasado.

“El asunto está cerrado. Ralf y yo hemos tenido una buena conversación sobre el tema. Así es la carrera”, dijo Michael. “Hemos hablado y se ha terminado. Ya no hay ningún motivo para hablar de ello”, confirmó Ralf.

Publicidad

“Todos peleamos y puede ocurrir que encontremos que la batalla es demasiado ruda. Nadie quiere herir a otro pero, al mismo tiempo, luchamos por nuestro equipo, nuestros puntos y a veces hay decisiones que se toman en décimas de segundo. Entonces puede ser que no sea la correcta”, añadió Ralf.