El Ministro de Economía se reunió ayer con la misión del FMI. “La situación fiscal es sólida”, dijo.

La primera reunión de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el ministro de Economía, Rafael Correa, sirvió ayer para que las autoridades ecuatorianas explicaran el alcance de la política fiscal adoptada por el nuevo gobierno, diferente y en muchos casos opuesta a la que primó en los dos últimos años, período en que dicha Secretaría estuvo a cargo de los Mauricios (Pozo y Yépez). Ambos funcionarios privilegiaron la relación con los organismos multilaterales y la banca internacional.

La cita empezó a las 10h15, con una pequeña presentación de los funcionarios. Los camarógrafos y fotógrafos tuvieron acceso a la sala cuando el tema de conversación aún era informal: David Yuravlivker (argentino), representante del FMI en Ecuador, comentaba a Correa su afinidad por Boca Juniors; el ministro, quien es hincha de Emelec, evitó continuar con el tema. “Mejor hablemos de otra cosa”, dijo.

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Cuando se cerró la puerta y la prensa había salido empezó el debate de fondo.

Antes del cambio de gobierno, la misión del FMI (conformada por cinco expertos y encabezada por Trevor Allayne) tenía previsto trabajar sobre un Programa de Vigilancia Intensiva; es decir, un acuerdo informal, elaborado a fines del 2004, que contiene las metas a cumplirse en este año (ver gráfico).

Ahora, con Correa, las negociaciones por mantener “el aval” del Fondo tienen un escenario distinto, con dos decisiones que contradicen la posición del organismo: reformas a la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal (que modifica el Feirep y libera el gasto de inversión) y archivo de los proyectos para aumentar la inversión privada en los sectores petrolero, eléctrico y de seguridad social.

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Minutos antes de la reunión con el FMI, Correa dijo que Ecuador no necesita un acuerdo con el FMI y que la situación fiscal está más sólida que nunca.

“Es medio raro el acuerdo de vigilancia, porque según el representante del FMI en Ecuador (Yuravlivker) nunca existió... fueron ofrecimientos del gobierno ecuatoriano.
Lo que debe quedar claro es que hay un nuevo gobierno, una nueva política económica y un pueblo soberano que puede ejercer esa política económica”, agregó.

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El Ministro advirtió que ni siquiera aceptará insinuaciones sobre reformas legales o estructurales “que no hayan sido aprobadas por el pueblo ecuatoriano por medio de procesos democráticos”.

Explicó, no obstante, que necesita el aval del FMI para financiar el presupuesto estatal con $ 400 millones en créditos y a la vez “para pagarles a ellos $ 800 millones”.

Respecto a las reformas que impulsa el FMI en el programa de vigilancia preguntó a los periodistas: ¿Ustedes votaron por privatizar petróleo, energía, seguridad social, eliminar el subsidio al gas, reducir las asignaciones de los municipios?”. Y enseguida se respondió: “Nadie nos puede exigir eso”.

Agenda

ENCUENTROS
La misión del FMI se reúne hoy con miembros del Banco Central, con quienes evaluará las propuestas del Ministerio de Economía. También habrá  reuniones con otras entidades como Petroecuador y la AGD.

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PROTESTA
Durante la reunión del FMI y el ministro de Economía, Rafael Correa, unos 60 manifestantes suspendieron el tráfico y gritaron en contra del Fondo.

COMENTARIOS
En agosto del 2002, el ministro de Economía de entonces, Francisco Arosemena, dijo que “el Fondo Monetario no es la última Coca Cola del desierto. No es que nos vamos a morir de sed porque no tenemos los recursos del Fondo”. Ese fue el último comentario de un ministro en contra del organismo antes de la posesión de Rafael Correa.