El ciudadano ecuatoriano Gilberto Chamba Jaramillo, que lleva ya cinco meses y medio en prisión preventiva después de que las pruebas de ADN le incriminaran en la muerte de la joven María Isabel Bascuñana en Lérida (este) en noviembre del 2004, prestó hoy declaración durante una hora ante el juez. que lleva el caso. 
 
El acusado no dio ninguna explicación de por qué había restos de su semen en la vagina de la víctima y negó que hubiera agredido a dos prostitutas en Lérida, a pesar de que las pruebas de ADN también le incriminan de esos ataques.
 
La abogada de la defensa afirmó en la sesión de hoy que Chamba "continúa manteniendo su versión desde un principio y lo niega todo".
 
Por su parte, el abogado de la acusación particular manifestó que la declaración "ha sido prácticamente de trámite y no se ha movido de su postura inicial" a pesar de que "ante la rotundidad de las pruebas no ha sabido dar explicación a ninguna de ellas".
 
El cadáver de María Isabel Bascuñana, de 21 años y que estudiaba Derecho en la Universidad de Lérida, apareció en el maletero de su coche el 24 de noviembre del 2004.
 
Unos días después, la policía regional de Cataluña detuvo a Antonio Chamba Jaramillo, que trabajaba en un aparcamiento en el que la víctima dejaba su coche para ir a la universidad.
 
Las huellas dactilares de Chamba aparecieron en el interior del vehículo de la víctima y en la bolsa de basura que cubría su cuerpo.
 
Chamba había sido condenado en Ecuador por el asesinato y violación de ocho mujeres.