El club inglés Chelsea podría enfrentar una acción disciplinaria en el seno de la FIFA después que el Manchester United y el equipo noruego Lyn Oslo se quejaron ante la entidad por el papel del actual campeón inglés en la transferencia del joven John Obi Mikel.
Manchester United había conseguido el abril la firma del juvenil nigeriano por un período de cuatro años, aunque el club inglés y el Lyn Oslo acusan a Chelsea de tratar de interrumpir la transferencia.
Este miércoles, Chelsea fue mencionado, junto con los agentes Jogn Shittu y Rune Hauge, en una queja conjunta presentada por lo dos equipos.
Portavoces de Chelsea -cuyo equipo se encuentra en gira por Cora del Sur- negaron que el club haya mantenido contacto con Mikel con el agente Shittu, aunque ello no bastó para calmar los ánimos en Manchester United y en Lyn Oslo.
Ambos equipos quieren saber cómo es que un jugador que insistía en estar listo para sumarse a Manchester United terminó dando entrevistas a la televisión menos de dos semanas más tarde afirmando que había sido presionado para ello y que en realidad no quería ir a Manchester.
Mikel, de 18 años, abandonó Oslo y aterrizó en Londres el jueves pasado, el mismo día que el entrenador de Manchester United, Alex Ferguson, debería ir a Noruega para encontrarse con el jugador.
Uno de los asistentes de Ferguson, Carlos Queiroz, afirmó que el joven futbolista había sido "secuestrado".
Para Morgan Anderson, director deportivo del Lyn Oslo, "esto es mucho mayor de lo que la gente piensa", dijo Queiroz.
"Mikel recibió su permiso de trabajo para jugar en Noruega en septiembre del año pasado, se tornó profesional el 22 de abril y hasta el 29 de abril, cuando firmó con Manchester United, nunca tuvo problemas con nadie. No creemos que haya abandonado Oslo por su voluntad", dijo Anderson.
Sin embargo, aún no está claro cómo Mikel y otros tres jóvenes nigerianos terminaron actuando en el fútbol de Noruega. Anderson no ofreció explicaciones sobre ello aunque afirmó que ya envió a la FIFA documentación sobre el tema.