Nueve pescadores (ocho son ecuatorianos y uno colombiano) fueron detenidos por marines estadounidenses, el pasado 9 de mayo, luego de que hundieron el barco en el que iban y en el que llevaban “un importante cargamento de drogas”, informó ayer el jefe de la Capitanía del Puerto de Manta, Armando Elizalde.
Los detenidos llegaron ayer a Manta, a bordo de una nave de la Armada ecuatoriana a la que fueron entregados por los marines estadounidenses.
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Según Elizalde, la Armada de Estados Unidos pidió permiso a las autoridades marítimas ecuatorianas, el pasado 7 de mayo, para abordar la embarcación pesquera Bolívar, ya que se sospechaba que esta transportaba droga.
Elizalde sostuvo que en esa fecha el barco se encontraba navegando en aguas internacionales, a unas 130 millas al oeste de las costas de Perú.
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Explicó que el 9 de mayo cuando los marines de la lancha USS Jarrett intentaron abordar el pesquero, la tripulación del Bolívar hundió la embarcación para eliminar evidencias.
Elizalde indicó que, a pesar de esto, los marines estadounidenses hallaron inicialmente unas diez bolsas con drogas. Pero, después de cierto tiempo de búsqueda en el mar lograron ubicar 111 paquetes que estaban flotando cerca del sitio donde se hundió la nave.
Los detenidos ecuatorianos son: Ángel Oliver Salazar, Marco Pincay Pico, Ider Sánchez Carreño, Luis Chóez Pincay, Johnny Castillo Olaya, Elide Sánchez Carreño, Lidio Sosa Davas y Paúl López Delgado; el colombiano no fue identificado, quienes están a órdenes de la Fiscalía del Guayas.
La autoridad naval dijo que este caso es parecido al ocurrido la semana pasada en aguas centroamericanas, donde pescadores ecuatorianos que luego fueron entregados en Esmeraldas también hundieron una embarcación que llevaba estupefacientes.
Con un hijo en brazos, Silvia Franco, esposa de Sosa, uno de los apresados, buscaba ayer información sobre su marido. “Lo único que sé es que él tenía que embarcarse en otro barco para pescar, pero fue convencido en el puerto por un amigo para que se subiera a otro”, replicó Franco.
La mujer señaló que su esposo, de 28 años, tiene alrededor de 15 años de trabajar como pescador y que está segura de que fue engañado.