Miles de afganos salieron ayer a las calles a protestar tras un reportaje de la revista Newsweek, que informó que interrogadores de Estados Unidos en la base de Guantánamo habían profanado el Corán, su libro sagrado.

La revista Newsweek dijo en una edición reciente que los encargados de investigar vejaciones en la prisión militar estadounidense en la bahía de Guantánamo, Cuba, descubrieron que los interrogadores “habían colocado ediciones del Corán en los baños, y en al menos un caso tiraron el libro sagrado en el inodoro”.

Estados Unidos retiene a más de 500 prisioneros de su guerra contra el terrorismo en su base naval en Cuba. La mayoría de ellos fueron detenidos en Afganistán después de que las tropas lideradas por EE.UU. derrocaron al régimen talibán a fines del 2001.

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En Jalalabad, miles de manifestantes salieron a las calles, quemaron oficinas gubernamentales, saquearon tiendas y atacaron edificios de las Naciones Unidas y misiones diplomáticas, dijeron testigos.

La policía afgana abrió fuego, dejando cuatro muertos y decenas de heridos.

Soldados estadounidenses en la ciudad conservadora musulmana de Jalalabad, a 130 kilómetros de Kabul, fueron confinados a la base durante la protesta, dijeron testigos.

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Cerca de 1.000 estudiantes protestaron en la vecina provincia de Laghman. En la ciudad de Khost, también en el este, los manifestantes quemaron una foto del presidente George W. Bush, y una bandera estadounidense.

EE.UU. comanda una fuerza extranjera en Afganistán de 18.300 hombres, la mayoría estadounidenses, contra insurrectos talibanes para buscar a sus líderes y de Al Qaeda, entre ellos a Usama ben Laden, arquitecto de los ataques del 11 de septiembre del 2001.