El ex vicecanciller Mariano Fernández confirmó  ayer que Chile entregó a Ecuador municiones cuando “se  iniciaba el conflicto” en 1995, pero que el gobierno peruano fue informado.

En un artículo que publicó en el vespertino La Segunda, el ex vicecanciller y actual embajador de Chile en Gran Bretaña, ratificó  anteriores declaraciones del gobierno chileno, que admitió un acuerdo sobre  venta de municiones a Ecuador suscrito el 12 de septiembre de 1994.

Cuatro meses después estalló el conflicto entre Perú y Ecuador,  que se prolongó hasta febrero de 1995 y fue superado con el acuerdo de paz de Itamaraty.

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Perú acusó a Chile en las últimas semanas de vender armas a Ecuador pese a su condición de garante, cuando esa guerra había comenzado y el gobierno suspendió todos los mecanismos de consulta y  negociaciones comerciales con el régimen chileno.

Fernández señaló en su artículo que “el 12 de septiembre de 1994, meses antes de la iniciación del conflicto, se aprobó por las instancias regulares del Estado chileno una exportación de municiones a Ecuador”.

“Ecuador adquirió, pagó el material y dispuso su retiro en fecha oportuna, pero por razones que desconozco, retardó su retiro  y este se produjo en los días en que se iniciaba el conflicto”,  recordó.

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Ante esta situación, indicó, Chile resolvió “informar a Perú lo ocurrido”, para lo cual se reunió con el embajador peruano en Santiago, Alfonso Rivero, el 2 de febrero.

“Expresé al diplomático peruano que el gobierno de Chile lamentaba que se hubiera producido la desgraciada coincidencia entre el retiro de las municiones y el inicio de las hostilidades entre Perú y Ecuador”, dijo.

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“Le señalé que Chile no había tenido alternativa, pues las municiones eran propiedad de Ecuador, ya que su venta estaba perfeccionada con antelación y que Chile mantenía un rigor severo en materia de cumplimiento de  contratos”, afirmó en el artículo.

Al día siguiente, agregó, “el embajador Rivero me indicó que el gobierno peruano y el propio presidente (Alberto) Fujimori fueron informados y que la decisión era dejar las cosas tal como estaban y que no habría declaración alguna de Perú”.