La Justicia española ha condenado a 17 años de prisión a cada uno de los tres jóvenes dominicanos declarados culpables de la muerte del estudiante colombiano Ronny Tapias, a las puertas de un instituto de la ciudad de Barcelona en 2003.
 
Los jóvenes condenados por un delito de asesinato con traición son José Antonio Méndez, alias "Che", Johan Smith Calderón Rivas, y Sandy Benítez, apodado "Bolón".
 
Todos ellos deberán también indemnizar con 190.000 euros (247.000 dólares) a los padres de la víctima, según recoge la sentencia hecha pública hoy por la Audiencia de Barcelona.
 
El pasado día 15 el jurado hizo público su veredicto sentenciando que los tres jóvenes dominicanos eran culpables, mientras que declaró no culpables a otros tres ecuatorianos.
 
Los otros dos dominicanos que integraban el grupo de agresores son los menores Jeury D. y Leonel Parménides R., conocido como "Pavel", que ya fueron condenados a ochos años de internamiento -la máxima pena que contempla la Ley española del Menor- y a otros cuatro en libertad vigilada.
 
La sentencia redactada por la presidenta del tribunal, la magistrada Elena Guindulain, impone 17 años de prisión a cada uno de los tres dominicanos adultos por un delito de asesinato con alevosía, además de dos meses por una falta de lesiones perpetrada al golpear a un amigo de la víctima.
 
La pena es inferior a la que solicitaba la acusación particular de la familia de la víctima y la pública, que pedían veinte años de prisión para los tres jóvenes, mientras los defensores reclamaron las penas mínimas, que eran de 15 años.
 
En la sentencia se considera que un grupo formado por cinco dominicanos -tres mayores de edad y dos menores-, armados con cuchillos, rodearon a Ronny Tapias y a un amigo suyo a la salida del instituto, y que uno de ellos le clavó al estudiante una cuchillada.
 
El escrito judicial considera probado que los acontecimientos que finalizaron con el crimen de Tapias se originaron dos días antes, el 26 de octubre de 2003, cuando José Antonio Méndez y el menor Pavel estaban cerca de una discoteca donde fueron agredidos por un grupo "que ellos creían pertenecían a la banda de los latin kings".
 
El motivo del incidente fue acusar los presuntos "latin kings" a Pavel de pertenecer a la banda rival llamada los ñetas e intentar agredirle con un cuchillo de grandes dimensiones, según la sentencia.
 
El día siguiente, Méndez y Pavel se reunieron en una plaza de Barcelona con su grupo de amigos y les explicaron la agresión y también les dijeron que parte de la banda estudiaba en el instituto Sant Josep de Calanssanc, a donde se dirigieron la mañana siguiente a la salida de las clases.
 
La magistrada que ha dictado la sentencia considera que existía un "acuerdo o decisión conjunta de los acusados" de causar la muerte de Ronny Tapias, y afirma a la hora de imponer la pena que hay que tener en cuenta "el gravísimo hecho" pero también que "se trata de acusados jóvenes y sin antecedentes penales".