El Milan, con una actuación inspirada del brasileño Kaká, dio un paso importante para llegar a la final de la Liga de Campeones al vencer el martes 2-0 al PSV holandés en el partido de ida de la semifinal.
Kaká fue fundamental en el difícil triunfo conseguido en el estadio San Siro de Milán, participando en los dos goles, realizados por Andry Schevchenko y Jon Dahl Tomasson a los 42 y 90 minutos, respectivamente.
Poco antes del descanso, el astro brasileño le sirvió un balón con ventaja a Schevchenko. El atacante ucraniano se arrancó como un rayo, perseguido por un defensor del PSV, y superó al arquero brasileño Gomes, cuando salió a enfrentarlo con un tiro a ras de suelo y angulado.
Sobre el final del partido, un tiro de Kaká desviado por la defensa del PSV, permitió al danés Tomasson marcar el segundo gol, cuando estaba atacando con tenacidad el equipo holandés.
Kaká fue el mejor jugador del Milan y seguramente de la cancha, no solo por los pases en los dos goles, sino porque fue el más peligroso de los atacantes milanistas.
En el primer tiempo, el PSV holandés no sacó casi nunca la cabeza de su media cancha, donde se refugió para evitar un daño de envergadura que hiciera inútil el partido de regreso en su cancha, el 4 de mayo.
El arquero Gomes neutralizó dos tiros peligrosos de su compatriota Kaká, sobre todo el segundo. A la media hora, tiró desde un costado de la cancha y cuatro minutos después, a la entrada del área, Kaká dejó en evidencia que el PSV, al igual que el Milan con su brasileño Dida, tiene también un excelente portero.
Poco después, Gomes le sacó el balón de los pies al delantero argentino Hernán Crespo, en un centro de Kaká.
El Milan agredió con violencia desde el primer minuto al PSV y solo a partir del primer cuarto de hora, el cuadro holandés se atrevió a sacar la cabeza de su agujero defensivo.
El coreano Park Ji sung fue el más peligroso del ataque del PSV, que puso en duros aprietos al defensor holandés del Milan Jaap Stam.
El PSV, que se había proclamado campeón de Holanda el fin de semana, se mostró demasiado respetuoso del Milan, que jugó en un estadio San Siro repleto por sus entusiastas tifosi.
Un PSV totalmente distinto salió de los camerinos, atacando con decisión a un Milan sorprendido y en apariencia temeroso.
En el segundo tiempo, el PSV creó numerosas acciones peligrosas, que neutralizaron con gran dificultad Dida y los defensores milanistas.
Ahora fue el Milan que se dedicó a jugar de contragolpe. A los 54, Kaká dejó a Crespo solo frente al arco, pero tiró muy mal, entregando de hecho el balón suavemente al arquero. Tres minutos después, Schevchenko tiró un globito, con Gomez un poco adelantado, pero el arquero alcanzó a desviar el balón por encima del travesaño.
A los 64, Crespo, que no jugó bien, fue sustituido por Tomasson. A los 80, el brasileño Serginho del Milan reemplazó al holandés Clarence Seedorf.
Casi todo el segundo tiempo se jugó en la media cancha del PSV, pero el gol provino del Milan, en una jugada de contragolpe.