A la medianoche del pasado sábado 16 de abril, los brasileños Wagner Basilio y Dimmy Kieer (nombre artístico) ingresaron al camerino de la discoteca Vulcano, ubicada en Padre Aguirre y Rocafuerte, para empezar a transformarse en Drag Queen (reinas de la noche).
A esa hora, menos de cien personas, entre gays, lesbianas, bisexuales y heterosexuales, estaban en el local, a media luz. En la pista, unos bailaban música electrónica, tecno y dance, mientras otros pocos bebían cerveza en el bar.
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En el camerino, Wagner y Dimmy encontraron los elementos que usan para convertirse en Drag Queen: maquillaje, pelucas y trajes de lycra, plumas y lentejuelas.
Wagner iba a convertirse en Black Box, que es un grupo norteamericano popular entre el público gay. Dimmy, en cambio escogió representar a Wid Live Life It, otra agrupación musical del mismo género.
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Comenzaron la rutina junto al espejo, donde están las cajas de polvo, sombras de colores azul, celeste, rojo, rosado...; blush, rímel y labiales. Además hay accesorios femeninos como argollas, pulseras y collares.
Lo primero que hicieron fue cubrirse las cejas con jabón y goma en barra, luego se maquillaron los párpados con base blanca, sobre la que aplicaron otro color de piel.
“Drag Queen es un hombre que se transforma en una reina”, explica Dimmy. Los Drag Queen son gays, “como nosotros”, agrega Wagner, quien es uno de los propietarios de Vulcano.
Este tipo de personajes que imitan a artistas, haciendo la mímica de que cantan y al mismo tiempo bailan con destreza sobre el escenario, surgió en Grecia y Japón, según Wagner y Dimmy.
El último añade que como en la Grecia antigua las mujeres no podían maquillarse y actuar, los hombres hacían los espectáculos disfrazados de mujeres. Mientras que en Japón, a la par de las geishas y prostitutas, surgieron los Drag Queen, dice Dimmy.
Wagner empezó a delinearse las cejas con lápiz café, mientras Dimmy se pintó los ojos con sombra blanca. “Muchos dicen que a los Drag no les gustan las mujeres, es mentira. Los Drag hacen un homenaje a las mujeres”, señaló Wagner, cuyo nombre artístico es Arleen.
Ambos dicen que los Drag Queen no son solo imitadores, pues averiguan todo lo relacionado con el artista que van a representar y miran -durante horas- videos de los personajes, que no solo son cantantes, sino también divas del cine como Greta Garbo y Marilyn Monroe.
“Un Drag interpreta a su manera el personaje. A mí me decían Boy George porque me maquillaba; entonces empecé a estudiar a ese cantante”, recuerda Dimmy.
A las 00h45, Wagner terminó de pintarse los párpados con sombras anaranjada, fucsia y azul y se delineó con un lápiz blanco. Su compañero ya había concluido su tarea y pintado las cejas con lápiz rojo para combinar el tono con el concho de vino, rojo, rosado, blanco y brillo que puso en sus ojos.
Wagner dice que ellos son los únicos Drag Queen profesionales de Guayaquil. Y hace un año se fundó el primer grupo del país que se llamó Faces (Rostros), junto a los ecuatorianos Ylona y Keiko. Pero él tiene su propia música y como cantante ha grabado tres CD.
Dimmy, quien es de Sao Paulo (al igual que Wagner) y está de vacaciones en el país, afirma que antes de venir al Ecuador solo tenía referencias de Quito, pero la gente de Guayaquil ha recibido muy bien el show Drag Queen que interpreta.
En septiembre del año pasado estos dos artistas, como se definen, se presentaron en la fiesta Studio 54 que se realizó en la discoteca Fizz y el próximo mayo repetirán el espectáculo en el mismo lugar. “La idea es que la gente vea este show que lo hacen los gays, pero no es solo para gays, por eso nos vamos a volver a presentar en Fizz donde nos fue muy bien. Hemos estado en Ambato, Esmeraldas, pero donde mejor ha respondido la gente es aquí”, indica Wagner.
A la 01h00, los dos Drag terminaron de maquillarse el rostro, se pusieron pestañas postizas y pintaron los labios de rojo y fucsia.
Dimmy se colocó una malla de satín rojo y relleno en un sostén del mismo color, Wagner se vistió con un traje turquesa. Él primero se colocó una peluca de cabello rojo rizado, su compañero una de pelo corto color castaño. Se aplicaron los lentes de contacto y se pusieron las plataformas. A las 01h45 estaban listos.
En la pista se escuchó I will survive, el ritmo que puso a bailar a la gente que copó el lugar.
Media hora después, Wagner abrió el show ante el entusiasmo del público, que disfrutó de la música, se divirtió con los exagerados movimientos que hizo para simular que seguía la letra de la melodía en inglés.
Dimmy Kieer fue el más atrevido en el escenario. Y puso a todos eufóricos cuando, a petición de sus fans de la discoteca, bailó samba con Wagner.