No puedo ser cristiano, si es que tengo ‘mis creencias’

1.- El mensaje de la Palabra de Dios
Los discípulos deben creer en Jesús lo mismo que creen en Dios, y conociendo a Jesús conocen el camino para ir al Padre.

La experiencia de fe en Jesucristo se vive en la comunión de vida con los demás, en el amor y en el servicio mutuo: la Iglesia de comunión es una iglesia misionera y solidaria con el mundo.

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2.- ¿Qué compromiso nos pide el Señor?
Creer en Cristo, y aceptarle como el camino, la verdad y la vida.
La fe no es una actividad cualquiera. La fe es un estilo de vida, una forma de construir el mundo según el proyecto de Jesús; por nuestra forma de vivir, los que viven a nuestro lado, deberían descubrir el camino para llegar a Cristo. Porque somos cristianos en la medida en que nos parecemos a Cristo, viviendo su estilo de vida.

“Yo tengo mis creencias”. ¿Es eso compatible con mi fe? El que define el estilo de vida cristiano, ¿soy yo, o es Cristo? Mi estilo de vida, ¿de dónde está más cerca, de las religiones ancestrales, o del Evangelio?

“La fe cristiana arraigó en las religiones de América sin destruirlas, y en muchos casos no fue más que una capa superpuesta sobre la religión anterior. Algunos dioses adoptaron nombres de santos, reemplazándoles, pero sin cambiar el contenido religioso perduran los ritos y la mentalidad y los contenidos ancestrales” (Puebla).

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La “Iglesia en América”, nos pide evangelizar la “piedad popular” para que pueda ser un camino que lleve al Cristo vivo.

Tener fe no es aceptar un conjunto de verdades, ni cumplir una serie de ritos, sino vivir según el estilo de Jesús.

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3.- ¿Cuál es mi respuesta, hoy?
La idea que yo tengo de Dios, ¿de qué está más cerca de los dioses ancestrales o del Dios-Padre anunciado por Jesús?

¿Qué voy a hacer esta semana para que vean las personas que me rodean que no soy un descreído, ni un rezador, sino un auténtico discípulo de Cristo?

Hacer una lista de mis creencias para ver si se justifican frente al Evangelio.