Los requerimientos comerciales de los principales  consumidores de café como la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos,  exigen desde hace varios años, niveles tolerables de contaminación por OTA toxina producida por hongos, que no representen riesgos para la salud humana. La UE ha dado el primer paso en materia normativa al establecer en su legislación niveles máximos permitidos de 5 ppb en café tostado y molido y de 10 ppb (partes por billón)  en café soluble.