Las autoridades israelíes prometieron este sábado impedir una marcha de cientos de extremistas judíos en un santuario de Jerusalén de extrema sensibilidad religiosa para los musulmanes, mientras los milicianos palestinos amenazaron con desatar la violencia si los manifestantes logran su cometido.
 
Por otra parte, los soldados israelíes dispararon contra un grupo de jóvenes palestinos en el sur de la Franja de Gaza el sábado, matando a tres de ellos.
 
Testigos palestinos en el campamento de refugiados de Rafa dijeron que los jóvenes palestinos jugaban fútbol cerca de la barrera fronteriza y que se les escapó el balón. Al correr hacia la barrera fueron abatidos, según los relatos.
 
Los militares israelíes dijeron que los palestinos entraron sin autorización a una zona prohibida cerca de la barrera y que hicieron caso omiso a las órdenes de alto. Los soldados les dispararon desde un vehículo militar, añadieron.
 
En los últimos días, las autoridades israelíes han fortalecido la seguridad en los alrededores de la mezquita de El Aksa, despachando a miles de policías para que custodien el área antes de la marcha prevista para el domingo.
 
La zona, conocida por los musulmanes como Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo, es el lugar políticamente más delicado de Jerusalén. Reverenciado por ambas religiones, alberga la mezquita de El Aksa, desde donde la tradición musulmana dice que el profeta Mahoma ascendió al cielo, y las ruinas de templos bíblicos, el último destruido por las legiones romanas de los emperadores Tito y Vespasiano.
 
Grupos extremistas judíos opuestos al plan del primer ministro Ariel Sharon de retirarse de la Franja de Gaza han amenazado con asaltar el área, con esperanzas de provocar una reacción violenta musulmana y torpedear la iniciativa de evacuación.
 
Una visita de Sharon a la zona en septiembre del 2000, generó disturbios que llevaron a más de cuatro años de enfrentamientos sangrientos.
 
Guideon Ezra, ministro de Seguridad Pública de Israel, expresó a Radio Israel que los manifestantes no podrán concretar su objetivo.
 
Bajo ninguna circunstancia permitiremos provocaciones. No entrarán al Monte del Templo, manifestó Ezra.
 
La marcha tiene lugar en un momento delicado.
 
Sharon ha conseguido el apoyo parlamentario necesario para concretar la retirada de Gaza, dejando a sus opositores con pocas alternativas para desbaratar al plan. Las autoridades de seguridad han advertido reiteradamente que la oposición extremista desencadenará hechos violentos.
 
Los milicianos palestinos, mientras tanto, están amenazando con terminar con la tregua de hace un mes y reanudar los ataques si se realiza la protesta.
 
Por segundo día consecutivo, miles de partidarios de los grupos fundamentalistas Hamas y Yihad Islámica salieron a las calles de Cisjordania y Gaza el sábado.
 
Muchos de los manifestantes ondeaban banderas verdes de Hamas y gritaban:   Sólo entrarán a El Aksa por encima de nuestros cadáveres.
 
Hamas, la Yihad Islámica y otros grupos de milicianos palestinos se han atribuido decenas de cruentos ataques en que han muerto cientos de civiles. Pero acordaron en un encuentro realizado el mes pasado en El Cairo honrar un cese del fuego declarado por Sharon y el líder palestino Mahmud Abbas.
 
El portavoz de Hamas Ismail Haniyye amenazó con una fuerte represalia si los manifestantes judíos llegaban el domingo al área, y agregó que la protesta podría provocar un nuevo levantamiento palestino.
 
No permitiremos que nos aten de manos y si ellos implementan estas amenazas ... el enemigo será responsable de todas las consecuencias y la resistencia responderá y atacará nuevamente, declaró Haniyye en una manifestación de la Ciudad de Gaza.
 
En cuanto a la muerte de los tres palestinos en Gaza, el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, dijo que el suceso amenaza con socavar el proceso de paz.
 
Cada vez que ocurre un hecho como éste realmente pone en peligro esta delicada tregua. Le rogamos al gobierno israelí que se abstenga de todo acto que pudiera poner en peligro la tregua, declaró Erekat.
 
Hamas juró venganza por las tres muertes.
 
El pueblo palestino no callará ante semejante crimen, que no quedará impune, dijo Saíd Siyam, un dirigente de Hamas en Gaza. Se negó a responder a una pregunta sobre si Hamas cumplirá aún con la tregua.
 
Mohammed Hindi, líder de la Yihad Islámica, calificó la muerte de los jóvenes palestinos como   crimen vil y dijo que los palestinos deberán   reevaluar la tregua. Pero también se negó a decir si la tregua será cancelada.
 
Poco después del incidente en Gaza, milicianos palestinos dispararon cinco morteros contra asentamientos judíos en Gaza, sin causar daños ni heridos, dijo el ejército.