La petrolera argentina Compañía General de Combustibles (CGC), que opera en el bloque 23, reclamó ayer la ausencia de las autoridades gubernamentales en el conflicto que enfrenta esa empresa con la comunidad amazónica de Sarayacu, desde hace nueve años.

Ricardo Nicolás, gerente general de la empresa, aseguró que durante ese tiempo el Estado se ha relegado, dejando en manos de la compañía las negociaciones con las comunidades, cuando el contrato que firmó en junio de 1996 fue con el Estado ecuatoriano y “no con la República de Sarayacu”, un “Estado paralelo”, denunció la petrolera.

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Las comunidades rechazan la operación de CGC porque aseguran contaminará el medio. La petrolera denunció que existen intereses de dos o tres familias en explotar esas áreas como turísticas.