Alrededor de dos mil fieles de las ciudadelas Alborada, Sauces, Simón Bolívar, Samanes y otras del norte de la ciudad participaron la noche del miércoles pasado en una eucaristía en memoria del difunto papa Juan Pablo II, realizada en la iglesia Nuestra Señora de la Alborada.
Los fieles mostraron su pesar y oraron por el descanso eterno del Pontífice, en un acto organizado por la Vicaría Episcopal de la Alborada, que agrupa a las parroquias del norte de Guayaquil.
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La afluencia de creyentes llenó la iglesia, por lo que se acondicionó un espacio en el patio de la parroquia, donde se colocaron alrededor de doscientas sillas y una pantalla gigante en la que se transmitió simultáneamente la eucaristía que se desarrollaba en el interior del templo.
La misa fue oficiada por monseñor Víctor Maldonado, quien representó al arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, pues este viajó al Vaticano a los funerales de Juan Pablo II. Los párrocos de las demás iglesias de la Vicaría también participaron en la celebración litúrgica.
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El párroco de la Alborada, padre Stanley Henríquez, dijo que este era un homenaje a un pontífice que dio enseñanzas y brindó su amor a la juventud y a todos los fieles católicos del mundo.
Concluida la ceremonia, en la pantalla gigante se transmitió la visita realizada por el Papa a Guayaquil, en 1985. Se dio mayor importancia al acto que presidió Juan Pablo II junto a la juventud guayaquileña y de la costa ecuatoriana en la naciente parroquia de la Alborada.