Una hora antes de ser capturado por la Policía Nacional, el 24 de marzo pasado, el colombiano Wenceslao Caicedo Mosquera, alias W o El Señor de la Motosierra, dejó el hotel Balandra, donde estaba hospedado en Manta desde el 21 de marzo junto a nueve personas, entre ellos sus hijos menores de edad. En los registros de hospedaje del hotel no consta su nombre pero sus empleados los recuerdan como “personas tranquilas, en especial los niños”.

Ellos alquilaron las habitaciones 123, 124, 127 y 139 a nombre de Víctor Andrade, de quien no se tiene ninguna pista.

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Caicedo pagó 1.000 dólares en efectivo al momento de registrarse y 600 dólares más cuando salió del hotel para “dirigirse a Atacames (Esmeraldas) porque no les había gustado la ciudad”, cuenta uno de los empleados. Ellos aseguran no haber notado nada extraño en su comportamiento, excepto ocasiones en las que “solo los hombres se reunían en otro lugar, mientras las mujeres y los niños se divertían”.

Los empleados no sabían que su huésped fue un hombre que utilizaba un hacha y una motosierra para despellejar y mutilar a sus enemigos y era el más buscado en Colombia por narcotráfico.