Petroecuador inició el pago de los 11 millones de dólares a las 380 familias que habitan en el barrio La Propicia Uno de Esmeraldas, que ganaron un juicio a la petrolera como indemnización por los daños ocasionados en el incendio ocurrido el 26 de febrero de 1998.

La Primera Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de Justicia sentenció a Petroecuador al pago de 11 millones de dólares, dineros que los habitantes del barrio pedían manejar pero los directivos de la petrolera prefirieron hacer con ellos las obras que señala la sentencia.

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Ángela Mendoza, presidenta del Comité Delfina Torres de Concha, que aglomera a los habitantes de este barrio, dijo que Petroecuador realizó ya el primer desembolso de 1,2 millones de dólares, que serán invertidos en aceras y bordillos, adoquinado y acometidas a las viviendas del sector.

Diez ingenieros a cargo de las obras contrataron a los moradores del mismo barrio para efectuar los trabajos, acogiendo el reclamo de los habitantes de beneficiarse de la mano de obra y hacer las veces de fiscalizadores.

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Posteriormente se iniciará la construcción de una escuela, dos canchas deportivas, una casa comunal, malecón y enrocado de las riberas de los ríos Teaone y Esmeraldas.

Lo que aún no han acordado los habitantes de este barrio con Petroecuador son los montos a emplearse en las viviendas que fueron afectadas por el siniestro.

Según Ángela Mendoza, dirigente de esta zona, “no va a haber nunca una verdadera regeneración urbana con calles de primera y magníficos servicios, si seguimos viviendo en casuchas miserables”.

El 26 de febrero de 1998 la rotura del oleoducto contaminó los ríos Teaone y Esmeraldas y provocó una explosión que mató a 20 personas y dejó heridas a otro centenar.

PETROLERAS

OBRAS
Tras el incendio Petroecuador financió el sistema de alcantarillado de la ciudad. Las salas para quemados de los hospitales Delfina Torres de Concha y Naval, regeneración urbana de los barrios Nueva Esperanza Norte y Puerto Limón.

BARRIO
El barrio La Propicia Uno está integrado por 380 familias. La mayoría de las vías es de tierra, y con deficiencias en los servicios básicos.

AISLAMIENTO
La refinería de Esmeraldas compró los terrenos aledaños, para aislar a la planta petrolera de asentamientos urbanos y  crear un bosque protector.