El esposo de Terri Schiavo ordenó que tras su muerte se le realice una autopsia para demostrar la magnitud de las lesiones cerebrales que la dejaron en estado vegetativo hace 15 años, mientras su padre dijo estar preocupado porque quieran acelerar su muerte con morfina.
George Felos, el abogado del esposo de Terri, Michael Schiavo, dijo este lunes por la tarde que su cliente "cree que es importante que el público sepa la magnitud completa, completa y masiva del daño cerebral que le ocurrió a la señora Schiavo durante el paro cardíaco de 1990".
La autopsia, según Felos, se le encomendó al jefe forense del condado de Pinellas (oeste del estado estadounidense de Florida).
Tras la deconexión por orden judicial del catéter alimentario, Terri pasa su undécimo día sin alimentos en un centro de cuidado de Pinellas Park donde aguarda su muerte, que ya está más cerca pues se comienzan a detectar los primeros cambios en su ritmo de respiración, según Felos.
El abogado, quien visitó a la mujer este lunes por la tarde, dijo que la vio "muy en calma, muy relajada, muy pacífica".
"No vi pruebas de incomodidad física", agregó Felos, quien afirmó que en su habitación hay música, flores y animalitos de peluche.
También reconoció que la desnutrición de la mujer es evidente, no orina desde el domingo por la noche y sus ojos "se ven hundidos y también su respiración es más rápida".
Felos convocó la conferencia para contrarrestar declaraciones del padre de la mujer, Bob Schindler, quien dijo el lunes por la mañana estar preocupado "porque le aceleren el proceso para matarla con una sobredosis de morfina".
El abogado asegura que sólo se le han dado dos dosis mínimas de morfina, de 5 mg, una hace más de una semana y la otra el pasado domingo.
Además, señaló que no se hizo con propósito de calmarle algún dolor porque para eso se necesitan dosis superiores a los 30 mg.
Bob Schindler hizo otro llamado este lunes para que alguien salve a su hija y dijo que aún no es demasiado tarde. "No quiero sobrestimar su condición, porque se está yendo, pero todavía está con nosotros", dijo, "lo que necesitamos, si no es demasiado tarde, es que alguien la salve".
Tras la conferencia de prensa de Felos, la hermana de la mujer, Suzanne Vitadamo, aseguró que ésta la había reconocido y "la mirada en su cara decía por favor ayúdenme ".
"Si esta es alguien que quiere morir, no lo creo", agregó.
El gobernador de Florida, Jeb Bush, quien ha recibido llamadas reiteradas para que decrete la reconexión del catéter que alimentaba a la mujer y también reproches por no hacerlo, se negó este lunes nuevamente a intervenir.
"No puedo hacer nada más de lo que la ley me permite hacer", dijo a cadenas de televisión locales.
El reverendo Patrick Mahoney, de la Coalición de Defensa Cristiana, quien organiza las manifestaciones contra la muerte de Schiavo frente al centro de cuidado, viajó a Washington para pedir la intervención del líder de la Cámara, Dennis Hastert, pero no tuvo éxito.
El domingo por la tarde Terri recibió la comunión de parte de un sacerdote que le dio una gota de vino consagrado, pues dijo que no pudo colocarle un minúsculo pedazo de hostia en la lengua porque estaba demasiado seca y no se iba a disolver.
A la paciente podrían quedarle entre tres y cuatro días de vida, según Felos.
Michael Schiavo dispuso la desconexión del catéter de su esposa, en estado vegetativo desde hace 15 años, al alegar que ésta le dijo que nunca hubiese querido vivir por medios artificiales.
Los manifestantes que se oponen a la suspensión de la alimentación de Schiavo aún permanecen frente al centro clamando ayuda para la mujer, y por lo menos una persona fue detenida cuando intentaba entrar al lugar para llevarle agua.
Desde el 18 de marzo se han registrado por lo menos 38 arrestos, entre ellos a varios niños, en intentos similares armados para las cámaras.
Las protestas forzaron a las autoridades escolares a suspender las clases en una escuela primaria al lado del centro de cuidado y a dividir a sus 600 estudiantes en tres escuelas distintas.