Un atacante suicida detonó un vehículo cargado de explosivos cerca de la convulsionada ciudad de Ramadi, matando a 11 policías iraquíes y lesionando a otras 14 personas, entre ellas dos soldados norteamericanos, dijo el ejército estadounidense este viernes.
 
El suceso tuvo lugar el jueves en la noche en un puesto de control ubicado en las afueras de Ramadi, a unos 115 kilómetros al oeste de Bagdad, expresó el capitán Jeffrey Poll.
 
Además de los soldados estadounidenses, los heridos fueron nueve miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y tres civiles.
 
En un vecindario del este de Bagdad, atacantes no identificados mataron el jueves en la noche a cinco traductoras que trabajaban para los militares estadounidenses, dijo el capitán de la policía Ahmed Aboud.
 
Las traductoras se dirigían a sus casas cuando pistoleros que manejaban dos automóviles los atacaron con armas automáticas, manifestó el viernes Aboud.
 
No se difundieron otros detalles de manera inmediata.
 
Los insurgentes apuntan de manera cotidiana a las fuerzas estadounidenses y a sus colaboradores, al igual que a miembros del gobierno iraquí, el ejército y la policía.
 
La policía encontró dos cadáveres decapitados vestidos con uniformes del ejército iraquí al norte de Bagdad, indicaron las autoridades.
 
Los cuerpos sin cabezas yacían a un costado de una carretera que conecta a Bagdad con la población de Abu Ghraib cuando una patrulla policial los descubrió y trasladó a una morgue cercana, expresó el teniente primero Akram Al-Zubaai.
 
No fue posible contactar de manera inmediata a funcionarios del ejército para que efectuaran declaraciones.
 
También cerca de Abu Ghraib, los bomberos trabajaban el viernes para extinguir un incendio en un oleoducto provocado por la detonación de bombas insurgentes, dijo Zubaai, el funcionario policial. El conducto conecta los yacimientos del norte iraquí con una refinería del área de Bagdad.
 
El jueves cientos de trabajadores del sector eléctrico marcharon por las calles de la capital para protestar contra los ataques que han matado a decenas de sus colegas, mientras que manifestantes del sur del país demandaron que se nombre a un nuevo ministro de petróleo proveniente de esa región rica en crudo.
 
Algunos de los trabajadores del área petrolera amenazaron con interrumpir la producción en el sur.
 
Mientras tanto, los negociadores de los dos mayores bloques de la flamante Asamblea Nacional continuaron trabajando en los detalles para formar una coalición de gobierno que los funcionarios estadounidenses esperan abra el camino a la retirada definitiva de las fuerzas de la coalición.
 
Se espera que el primer ministro sea Ibrahim al-Jaafari, político de la mayoría árabe chiíta. Es probable que el líder curdo Jalal Talabani sea designado presidente.
 
Este viernes, el viceprimer ministro del gobierno interino, Barham Sale, expresó que la próxima sesión parlamentaria será el lunes.
 
Hemos acordado principalmente que la asamblea debería reunirse el lunes y elegir a su presidente y a sus dos vicepresidentes, dijo. Aclaró que la fecha no era totalmente segura.
 
Saleh, de la etnia curda, expresó que no estaba claro si el nuevo presidente iraquí y sus vicepresidentes serán anunciados en la misma sesión.