Clemente Domínguez Gómez, que en 1978 se autoproclamó "Papa Gregorio XVII" y que durante su "pontificado" canonizó, entre otros, a Cristóbal Colón y a Francisco Franco, falleció la pasada noche en Utrera (Sevilla), informaron fuentes del Registro Civil de esta localidad del sur de España.
 
Clemente Domínguez, de 59 años, fue ordenado obispo el 11 de enero de 1976, mediante unos ritos al margen de la liturgia católica, por el arzobispo vietnamita Pedro Martin Ngo-Din Thuc, el mismo que le había hecho sacerdote el 31 de diciembre de 1971.
 
Ya años antes, la iglesia católica le había desautorizado tras afirmar que, el 30 de septiembre de 1969, la Virgen se le había aparecido en un lugar llamado Palmar de Troya, pedanía de Utrera. Poco después, en 1970, se estigmatizó, lo que volvió a provocar el rechazo de las autoridades eclesiásticas, que, en sendos comunicados, enviados el 18 de mayo de 1970 y el 15 de marzo de 1972, desautorizaban esos supuestos fenómenos sobrenaturales.
 
El 27 de agosto de 1978, Domínguez Gómez afirmó que había recibido un mensaje de la Virgen, en el que le ordenaba convertirse en Papa.
 
Ese mismo día se autoproclamó máximo pontífice, con el nombre de "Gregorio XVII de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz", la agrupación religiosa fundada por él y cuyo templo levantó en el Palmar de Troya.
 
Tras su autoproclamación, empezó a editar una serie de "Documentos Papales", por los que canonizó a Cristóbal Colón, al dictador español Francisco Franco y al dirigente falangista José Antonio Primo de Rivera, al tiempo que decretó la "excomunión" para aquellos que abandonaran la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz.
 
Clemente Domínguez estaba ciego a consecuencia de un accidente de automóvil, sufrido en mayo de 1975.
 
El 4 de enero de 1988, el Tribunal Supremo español dictó una sentencia por la que se permitía la inscripción de la "Iglesia Cristiana Palmeriana" en el Registro de Asociaciones Religiosas.