Sin embargo, pareciera que el Mandatario no está encargando a la persona adecuada tan importante cartera.

Dos secretarios de Obras Públicas han salido del cargo en menos de un mes y no asoma ningún nombre para asumir el ministerio en el que el Gobierno sustenta su propaganda.

El día de conmemoración del Oriente ecuatoriano, el Jefe de Estado relevó al ministro en funciones argumentando no estar satisfecho con el avance en las obras de la troncal amazónica. Talvez por eso el nuevo ministro quiso concentrarse en esa tarea y posponer otras de igual importancia, de manera especial en la provincia del Guayas.

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Transcurridos veinte días, el nuevo funcionario también se vio obligado a renunciar luego de que expresó que pediría coimas a las empresas constructoras.

El Mandatario deberá pensar muy bien antes de designar al nuevo Ministro de Obras Públicas, no solo para evitar las torpezas de funcionarios improvisados sino también para que demuestre que la obra pública de verdad está entre las prioridades de su gobierno.