Ángel Polibio Córdova disfrutaba las pláticas sobre la coyuntura que mantenía con el edecán del ex presidente, Fabián Alarcón.

Antes de entrar a reuniones de trabajo con el mandatario interino, ese uniformado desconocido, de unos 41 años, de tez morena, le preguntaba qué piensa la gente, qué dicen las encuestas, cómo marchan los indicadores.... El edecán, en ese entonces teniente coronel del Ejército, preguntaba mucho. Y a Polibio Córdova, doctor en economía, gerente y propietario de la encuestadora Cedatos, le agradaba la conversación.

Su relación, de visitas esporádicas y puntuales, se mantuvo luego cuando el edecán fue profesor de geopolítica de la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE).

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El 21 de enero del 2000, en su oficina de Cedatos, Polibio Córdova reconoció en la televisión al edecán de Alarcón (que también lo fue de Abdalá Bucaram) como protagonista del golpe de Estado contra Jamil Mahuad. “¡Es él, es Lucio, el edecán de Alarcón!”, dijo.

A partir de ese día, Polibio Córdova encontró a Lucio Gutiérrez en varios seminarios auspiciados por Cedatos. “Ahí ya éramos amigos”, recuerda. Con el tiempo, el edecán no solo se convirtió en candidato, sino, años más tarde, en Presidente de la República. Y ya posesionado, en jefe de Córdova, a quien contrató como asesor desde un inicio y, actualmente, ocupa la presidencia del directorio del Banco Central (BCE).

Para Córdova no es nuevo tratar con un mandatario ni estar –como reconoce– “durante varias décadas en vitrina” y cerca del poder.
Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado, Francisco Huerta, Ángel Duarte, Sixto Durán-Ballén, entre otros, pasaron por su oficina. “Tengo la satisfacción de tener amigos en todos los partidos. Es raro el líder político que no haya venido a conversar conmigo”, dice.

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En Colombia, donde trabajó como consultor de las Naciones Unidas, afirma que colaboró a fines de los años sesenta con el ex presidente colombiano Carlos Lleras Restrepo y luego con el ex presidente mexicano José López Portillo.
A Polibio Córdova no le gusta atribuir a la suerte lo que considera que ganó por merecimiento y persistencia.

En San Gabriel (Carchi), donde nació, fue un alumno destacado en la escuela y en el colegio; cuando llegó a Quito a la Facultad de Economía de la Universidad Central, el Banco Central lo llamó para formar parte de su equipo de técnicos, donde estuvo por catorce años. Luego se especializó en la Universidad de Michigan y en Harvard.

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“Comencé a hacer encuestas en la escuela. A los estudiantes les preguntaba qué juguetes quieren para la Navidad, y en el colegio a dónde nos íbamos de paseo”.

A fines de los setenta, la imagen de Córdova ganaba presencia pública y fue invitado por Jaime Roldós para ser aspirante a diputado de Carchi. En aquella ocasión perdió frente a Wilfrido Lucero (actual legislador de la Izquierda Democrática).

Aunque le atrae la política –y la tentación de ser nuevamente candidato ha pasado más de una vez por su cabeza– no se afilió a ningún partido.

Carlos y Nancy, hijos de Polibio Córdova que ahora están al frente de Cedatos, destacan la formación académica de su padre, pero coinciden con una buena parte de los amigos de la familia en algo: le falta carisma, al menos, frente a la gente que no lo conoce.

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Cuando Córdova habla, lo hace en voz baja, el acento carchense apenas se nota y ríe poco. Pero esa imagen no es la que molesta a sus detractores. “Cuando uno hace encuestas tiene muchos enemigos”, advierte un encuestador que pidió no ser citado.

Carlos Vallejo, diputado del Prian, dice conocerlo muchos años y apreciar su preparación profesional, pero también lo cuestiona: “Le conozco como encuestador. Y las empresas que hacen sondeos venden el producto. Quien les contrata está en buena posición y quien no, nunca está en las encuestas”. Wilfrido Lucero reacciona así: “Prefiero no hablar de esa gente”.

Como asesor del presidente Gutiérrez, Polibio Córdova tampoco logró mayores afectos. Patricio Acosta, ex hombre de confianza del Jefe de Estado, lo acusó de presentar encuestas falsas y tuvo discrepancias con el vicepresidente, Alfredo Palacio.

¿Por qué aceptó involucrarse con el actual Gobierno? “El presidente me dio carta abierta”, sostiene y asegura que su relación con el resto de funcionarios es buena. “Me sorprendieron las declaraciones del señor Acosta”, anota.

El 11 de febrero del 2004, el Congreso rechazó el nombre de Córdova para integrar el directorio del BCE. En el acta de esa sesión, casi todos los legisladores lo elogian, pero critican “la cercanía que tiene con el Gobierno”.

Gutiérrez, sin embargo, lo volvió a postular a fines de diciembre pasado y esa vez con la mayoría legislativa a favor, logró su objetivo. El 18 de enero, el presidente del Congreso, Omar Quintana, lo posesionó como presidente del BCE.

La noticia no le gustó al ministro de Economía, Mauricio Yépez, quien estaba en Nueva York. La decisión presidencial se impuso.
Lo que aún no se puede asegurar es la permanencia de Córdova, su designación es un tema pendiente en el Congreso.

CRONOLOGÍA
Diciembre 21 del 2004: el presidente nomina a Polibio Córdova, Eduardo Velarde y Robert Andrade para que el Congreso los nombre miembros del BCE.

Diciembre 28 del 2004: el presidente del Congreso de entonces Guillermo Landázuri, devuelve la terna aduciendo  ilegalidad.
Córdova había sido rechazado el 11 de febrero del mismo año.

Diciembre 29 del 2004: el Primer Mandatario insiste en los nombres.

Enero 4 del 2005: el Procurador sostiene que la terna es legal.
Enero 5 del 2005: se instala el Congreso ordinario.

Enero 18 del 2005: el presidente del Congreso, Omar Quintana, posesiona a Córdova, Andrade y Velarde como directores del BCE.
La oposición dice que la elección se hizo en periodo extraordinario y que es ilegal. El Gobierno, que fue ordinario y respalda a Córdova como presidente del Central.