Israel puso en libertad este lunes a 500 prisioneros palestinos en la más grande liberación masiva en casi una década, un gesto que busca impulsar el acuerdo del cese del fuego con el nuevo presidente palestino Mahmoud Abbas.
 
Pero a pesar de las imágenes de prisioneros sonrientes que realizaban señales de la victoria desde las ventanas de los ómnibus al pasar por los puestos de control israelíes en su camino a casa, Abbas enfrenta una crisis política.
 
Legisladores opuestos a la conformación de su nuevo gabinete obligaron a postergar una votación para ratificar su nuevo gobierno.
 
 El proyecto de un acuerdo de paz se ha vuelto más firme desde que Abbas sucedió al fallecido Yasser Arafat sobre la base de una plataforma pacífica y persuadió a los radicales para que  suscribieran una tregua de facto.
 
Muchos palestinos dicen que Abbas necesitará una mayor liberación de prisionero para que los grupos armados formalicen el cese del fuego que acordó con el primer ministro israelí Ariel Sharon en la cumbre del 8 de febrero.
 
Israel aún mantiene unos 8.000 detenidos y Abbas prometió que la obtención de su libertad está en "la cima de sus prioridades".
 
"Sentimos dolor porque dejamos a nuestros hermanos (...) en la cárcel", dijo el integrante de la Yihad Islámica Hassan Abu Armana, quien estuvo detenido dos años en prisiones israelíes.
 
"No habrá paz, seguridad y estabilidad sin la liberación de todos los prisioneros", añadió.
 
La liberación de los detenidos se produjo un día después que el gabinete israelí aprobara un plan para la retirada de la Franja de Gaza, la primera vez que Israel decide desmantelar los asentamientos en los territorios que los palestinos quieren para crear un estado.
 
Los israelíes de extrema derecha y los familiares de las víctimas de los ataques suicidas habían presentado un recurso en un tribunal para bloquear la liberación de los prisioneros, aunque los funcionarios israelíes insistieron en aclarar que ninguno de los liberados estuvo involucrado en ataques que produjeron heridos o víctimas.
 
Los ómnibus salieron de las cárceles de Israel antes del amanecer con los prisioneros esposados, muchos con sonrisas amplias, visibles en las ventanas del ómnibus, hacia los cruces fronterizos de Cisjordania y la Franja de Gaza.
 
Algunos se arrodillaron para orar antes de ser transferidos a los ómnibus palestinos para el viaje de regreso a casa, donde fueron abrazados, besados y llevados en andas por amigos y familiares.
 
Las mujeres dieron alaridos y lloraron de alegría a medida que saludaban a hijos y maridos. Un grupo de hombres realizó disparos al aire para celebrar la liberación.   
 
Liberación mas grande
 
Fue la liberación de prisioneros más grande de Israel desde 1996, cuando unas 800 personas quedaron en libertad. Sharon acordó enviar 400 prisioneros más de regreso a casa la próxima semana como parte de un paquete de medidas destinadas a crear confianza mutua y acordadas con Abbas en la cumbre de Egipto.
 
Los liberados el lunes han cumplido dos tercios de sus condenas y han tenido que firmar declaraciones en las que prometieron abstenerse de realizar "actividades terroristas" contra el estado judío.
 
Cerca de la mitad de los prisioneros liberados el lunes pertenecían a la facción Fatah de Abbas. El resto integran facciones islámicas que aun evalúan si suscribirán formalmente el cese del fuego.
 
Pero mientras los palestinos ven con buenos ojos la retirada de Gaza, estaban furiosos con la decisión simultánea del gabinete israelí de respaldar la ruta de la barrera en Cisjordania para asegurarse la retención de grandes bloques de asentamientos.