Miles de chiítas marcharon el viernes por las calles de Bagdad para celebrar Ashura, una de las fechas más importantes en su calendario religioso, opacada por dos ataques contra mezquitas de la capital iraquí que dejaron al menos 14 muertos.
 
La masiva manifestación pública se produce un día después que se confirmara la victoria de una alianza chiíta en las elecciones iraquíes del mes pasado, entregando el poder a la secta mayoritaria de Iraq después de décadas de opresión bajo el dominio del gobierno sunita de Saddam Hussein.
 
La multitud vestida con ropa negra de luto y con pancartas con el nombre de Hussein, el nieto del profeta Mahoma cuyo martirio del siglo VII se recuerda en Ashura, colmó una amplia calle central de Bagdad.
 
Los dos estallidos del viernes confirmaron los temores de que se produjeran ataques contra los chiítas durante Ashura, debido al aumento de la tensión con la minoría sunita.
 
Al menos 13 personas fallecieron y 22 fueron heridas en una mezquita en el sur de Bagdad, dijeron fuentes médicas y de la policía. Una segunda explosión sacudió otra mezquita en la ciudad, matando al menos a una persona e hiriendo a otros cuatro.
 
Las fuentes dijeron que la primera explosión fue causada por un agresor suicida, mientras que la otra se produjo al estallar un proyectil de mortero.
 
En la celebración de Ashura del año pasado, más de 170 personas murieron en ataques suicidas a peregrinos en Bagdad y Kerbala.
 
Abdul-Aziz al-Hakim, el líder del Consejo Supremo para la Revolución Islámica de Irak (CSRII), el principal partido de la alianza chiíta que ganó las elecciones del 30 de enero, se dirigió a la multitud, incorporando un elemento político al ritual religioso.
 
"Pido a todos los iraquíes que se unan y aseguro a todos que queremos un Iraq unido y seguro donde cada ciudadano, sin excepción, tenga justicia y equidad", dijo Hakim a la multitud, que cantaba "Hussein, Hussein" y "Dios es el Más Grande".
 
"Queremos un Iraq donde todos participen en su construcción, y queremos un sistema que garantice los derechos a toda su gente. Lo decimos ahora y lo diremos siempre, estamos abiertos a todos los iraquíes, porque son socios en esta nación", dijo Hakim.
 
"Un grupo no tiene derecho a monopolizar Irak en detrimento de los demás", añadió en comentarios que constituyen la declaración más fuerte a la fecha de las intenciones chiítas para incluir a los sunitas. La mayoría de los sunitas no votó en la elección.   
 
Temores por la seguridad
 
Hubo poca presencia policial cerca de los manifestantes del viernes, además de una pequeña cantidad de miembros de la Organización Badr, una milicia leal al CSRII.
 
La marcha del viernes también incluyó una procesión funeral por tres miembros de la Organización Badr que el CSRII dice que murieron en una arresto de la policía iraquí a principios de mes.
 
Mientras la multitud de peregrinos marchaba por las calles de Bagdad, algunos se autoflagelaban con cadenas como es la costumbre en Ashura, donde los devotos recuerdan el sufrimiento de Hussein, quien murió en una batalla cerca de Kerbala en el año 680.
 
La ceremonia llega a su punto más alto el 19 de febrero, cuando se espera una gran convocatoria de gente en Kerbala y Bagdad.
 
La celebración de Ashura fue prohibida bajo el gobierno de Saddam Hussein y los chiítas la realizaban en forma privada. Desde el derrocamiento, se ha realizado de forma pública y atrajo a miles de peregrinos de Irán y otros lugares.
 
Iraq cerró el jueves sus fronteras a los peregrinos durante cinco días para aumentar la seguridad durante el festivo y para prevenir que los peregrinos del exterior desborden el país.
 
La policía de frontera dijo que había detenido 255 peregrinos de Irán y Afganistán en los últimos dos días en el este de Irak.