El presidente de EE.UU., George W. Bush, pidió ayer al Congreso autorizar la criticada Ley Antiterrorista o Ley Patriota, aprobada tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.  

La normativa aumenta la vigilancia federal, mantiene incomunicados durante meses a los sospechosos de terrorismo, y autoriza operativos secretos.