El secretario de Defensa, de EE.UU., Donald  Rumsfeld, arribó ayer por sorpresa a Iraq, donde ataques contra los chiitas, entre ellos a una mezquita,  causaron más de 20 muertos, en pleno rito religioso musulmán del duelo del Achura.

Rumsfeld arengó a las tropas estadounidenses en Mosul, afirmando que “habéis demostrado que EE.UU. es un país de liberadores, no de ocupantes”.  Ayer un soldado murió en un ataque en Bagdad,  sumando 1.449 militares de EE.UU. fallecidos en Iraq.