El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, hizo ayer caso omiso de las advertencias de EE.UU. por la venta de armas a Venezuela, indicando que se trataba de un acuerdo bilateral que respeta la ley internacional.
Además calificó de “infundadas” la preocupación de que las armas puedan ser usadas por rebeldes izquierdistas.
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El portavoz del departamento de Estado estadounidense, Lou Fintor, dijo el jueves que Washington estaba preocupado porque los 100.000 rifles y los helicópteros rusos que serían vendidos al país sudamericano pudieran caer en manos de guerrillas de izquierda en la región.
El gobierno de Venezuela consideró ayer una “impertinencia más” la “preocupación” de EE.UU. por la futura compra de armas a Rusia y cuestionó si diría lo mismo si fueran estadounidenses.