El gobierno del primer ministro socialista José Rodríguez Zapatero descartó ayer cualquier negociación con el proscrito grupo armado vasco ETA, a no ser que cese la violencia y depongan las armas.

El pronunciamiento se dio al día siguiente de la explosión de un coche bomba presuntamente reivindicado por los etarras, que hirió a 43 personas en la capital española.