El técnico colombiano de fútbol, Luis Fernando Montoya, víctima de un atentado en diciembre pasado que lo dejó cuadripléjico, experimentó cierta mejoría en su salud, informó este jueves el cuerpo médico que lo atiende.
"Nos permitimos informar que ha superado el shock séptico, el cual fue originado por un foco neumónico secundario a la ventilación mecánica, y la falla renal secundaria a su proceso séptico está en mejoría", afirmó un portavoz de la Clínica Las Américas, en la noroccidental ciudad de Medellín.
Ante la evolución de su estado de salud, el entrenador, que aún continúa con respirador artificial, fue trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos a la Unidad de Cuidados Especiales.
"Su estado de conciencia actual es normal, no hay variación de su sistema neurológico con respecto a las condiciones de su ingreso, su estado de salud es aceptable", añadió el vocero del centro médico.
Montoya, de 47 años, se encuentra hospitalizado en Medellín desde que el 22 de diciembre fue baleado en su vivienda de la vecina localidad de Caldas, cuando defendía a su esposa de delincuentes que la siguieron hasta la casa para robarle siete millones de pesos (3.000 dólares).
Los disparos le lesionaron la médula espinal entre la tercera y cuarta vértebra cervicales, lo que lo dejó imposibilitado de mover sus extremidades y dependiente por completo de un respirador artificial.
Montoya se convirtió en el director técnico de fútbol más estimado de Colombia luego de lograr que el modesto club Once Caldas conquistara, en julio pasado, la Copa Libertadores de América ante el Boca Juniors de Argentina.
Ese logro le valió a Montoya ser considerado el mejor DT de Sudamérica, de acuerdo con la encuesta anual del diario uruguayo El País, en la que participaron más de un centenar de periodistas de esta parte del continente.